Kiko Rivera se enfrenta este sábado a uno de sus grandes retos como DJ y es por una buena causa. Se trata de una sesión online de 24 horas en directo y en solitario para tratar de racaudar hasta 10.000 euros que destinará a la campaña impulsada por Natalia Sánchez y Marc Clotet #YoMeCorono, cuyo objetivo es contribuir a la investigación de la vacuna contra el COVID-19. El músico ha hablado en Espejo Público sobre este complicado desafío y también ha desvelado que en estos días de confinamiento ha aprovechado para formarse como representante de futbolistas. ¿Cambiará las discotecas por los campos de futbol?
"He aprovechado para estudiar un poco. Me estoy preparando para ser representante de futbolistas", confesaba el hijo de Isabel Pantoja. El fútbol siempre ha sido una de sus grandes pasiones, hasta el punto de que cuando era niño llegó a jugar en las categorías infantiles del Real Madrid, a pesar de que su corazón siempre está con el Sevilla. Además, mantiene una gran amistad con muchos futbolistas como el bético Joaquín o el madridista Sergio Ramos, lo que le puede abrir numerosas puertas de cara a hacer acopio de buenos contactos en el mundillo futbolístico.
A pesar de su éxito como DJ y cantante, Kiko ha querido abrir una nueva vía profesional aprovechando el parón forzoso de las últimas semanas. Aunque ahora tiene por delante el gran desafío de ponerse al frente de una maratoniana sesión, para la que ha tenido que prepararse física y mentalmente, es una actvidad benéfica y durante el estado de alarma todas sus actuaciones fueron canceladas. En este sentido, ha querido aclarar las informaciones sobre su situación económica. Si bien es cierto que en este tiempo, la familia ha estado viviendo de sus ahorros y los ingresos de su mujer, Irene Rosales, el músico ha insistido: "no estoy arruinado".
Además de estudiar para ser representante de futbolistas, Kiko Rivera ha dedicado buena parte de la cuarentena a disfrutar de su familia y, en especial, de sus hijas Ana y Carlota, que le han regalado los momentos más divertidos. También ha echado muchos de menos a los seres queridos a los que no ha podidio ver durante las semanas de confinamiento, como su madre, su hjio mayor Francisco o su abuela Ana, que este viernes cumplía 89 años después de haber superado las complicaciones de salud que la llevaron al hospital el pasado mes de febrero. "No existe un cariño tan puro y verdadero como el de una abuela,mi Yaya. Que pena tan grande no poder estar ahí contigo como todos los años pero eres y serás siempre mi ejemplo perfecto de familia y de persona", escribió junto a un bonito collage con fotos junto a ella.