La última gala de Supervivientes en Honduras antes de regresar a España ha servido para que Rocío Flores y Elena Rodríguez se reconciliasen. En las últimas semanas no se habían entendido demasiado bien, pero la noche les depararía otro encontronazo en La Palapa. La coach nutricional acusó a la atleta de 'estratega' y esgrimía que se había acercado a Jorge Pérez por interés. Tras una tensa discusión, en la que también se involucró Ana María Aldón, las lágrimas empezaron a brotar en los ojos de las robinsonas. Jorge Javier las preguntó el motivo y la madre de Adara confesó que Rocío la había abrazado fuera de cámaras. Un emotivo gesto que repitieron y que sirvió para enterrar el hacha de guerra entre ellas.
Tras el abrazo, Rocío Flores quiso explicar sus sentimientos: "Yo no soy madre, pero ver a personas en este concurso echar tanto de menos a sus hijos, la pasión que sienten por cada, para mí es digno de admirar. Todos los padres son unos luchadores". Una declaración que Jorge Javier utilizó para preguntarle si deseaba ser madre pronto, obteniendo una respuesta afirmativa de la joven. Con este abrazo ponían fin al tira y afloja que habían tenido en los últimos tiempos, cuando Rocío acusó a Elena hace unos días de tener "una doble cara" y se mostró ofendida al enterarse que la atleta la llamó "vieja del visillo" por estar pendiente de todo.
Su última discusión antes de la reconciliación ha sido de alto voltaje. Rocío le reprochaba a Elena su doble vara medir ya que Hugo Sierra la acusó tiempo atrás de estratega también y a él no le dijo nada: "Así que vamos a tener la fiesta en paz", le avisaba la hija de Antonio David. Un comentario que encendió los ánimos de Elena: "Ten tú la fiesta en paz hija mía, que utilizas unas frasecitas… si me haces un comentario que me duele, te lo voy a decir. Y la fiesta la acabo cuando lo diga yo", contestaba enfadada.
Ambas lograron calmarse gracias al papel jugado por Ana María Aldón. Si hace unos días Rocío se molestaba con ella por no defenderla, ahora ha ejercido de mediadora en el conflicto: "Lo he dicho muchas veces, que no es necesario repetir una y otra vez lo mismo. Os lo digo a las dos. Es la última Palapa, vamos a disfrutar un poquito, que tenemos muchas emociones, hemos vivido tantas cosas. Lo malo ya nos lo hemos dicho, pero hemos pasado cosas buenas y hemos tenido sentimientos bonitos, como tu amistad con Jorge, la mía con Barranco…", decía la mujer de Ortega Cano. Una intervención que acabó resultando esencial para acercar las posturas de dos mujeres que han sido muy importantes para la modista durante el concurso.