Cuando hace algo casi dos meses que las puertas de la Academia cerraran por la crisis del coronavirus. Al no poder garantizar la seguridad para concursantes y profesores, tras una gala original pero un poco caótica que Roberto Leal presentó desde casa, se puso un punto y aparte a la edición. Este miércoles Operación Triunfo 2020 ha vuelto con una nueva mecánica, tanto en el día a día como en las galas, que se han rediseñado para cumplir las condiciones de que se han apuntado desde el Gobierno para mantenerse Covid-19 Free. En el plató los concursantes son los únicos que se pueden situar con cercanía pero los jueces están colocados en otra posición, donde pueden guardar mayor distancia con los triunfitos y también entre ellos.
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Roberto Leal ha lamentado nada más comenzar el no poder acercarse a los concursantes, y ha estado comentando algunos de estos cambios que eran más que evidentes. Ha explicado que cada semana la decoración del plató iría cambiando y sería temática, en esta ocasión era la naturaleza que "recupera su lugar" y que ha inundado la zona donde antes se encontraba el público, pero también la parte donde se encuentran los triunfitos. En las paredes, equipadas con pantallas gigantes, los miles de seguidores que han mandado sus vídeos para mantener ese espíritu fan que si no fuera por ellos OT no tendría. Después de la primera actuación que han realizado los jóvenes, entre Zoom y el escenario, Roberto ha querido señalar que los aplausos que se oyen no son un efecto de sonido sino los que se han grabado esos miles de seguidores, que también pueden mandar sus reacciones en directo.
Es por eso que después de las actuaciones se puede escuchar los gritos de los seguidores diciendo los nombres de sus mayores ídolos de la edición, tal y como ocurría cuando el público estaba en el plató. Algo que también han querido mantener los concursantes, que entre risas se han agachado a tocar las plantas como si fueran las manos de sus fans.
Para Roberto ha sido también una gala verdaderamente especial puesto que supone una vuelta al plató para cerrar esta fase después de haber fichado por Antena 3 para presentar Pasapalabra. El periodista ha estrenado ya su otro programa, pero ha vuelto con toda la emoción y energía que ya demostraba antes de que la crisis partiera la edición a la mitad. Además, ha hecho algo que no había hecho hasta ahora: se ha subido al escenario para bailar algunos pasos junto a Nia, que ha interpretado de manera impecable Quimbara. Sin tocarse -hasta los bailarines tienen que llevar mascarillas- pero pasándoselo genial, la cantante y el andaluz se han movido al ritmo de los sones cubanos. Ella es una de las favoritas para ganar OT2020 a sus 26 años, tiene una gran experiencia en el mundo de la música tras tres años en el elenco de El Rey León y recorriendo el mundo como cheeleader.