Ayer lo anunciaba Carlos Sobera durante Supervivientes: Tierra de nadie, el jueves es la última gala que el programa emitirá desde Honduras, por lo que el regreso a España de todo el equipo es inminente. Pero eso no quiere decir que la semana que viene sea la final, según el presentador aún queda concurso por delante de esta edición que ya solo cuenta con seis participantes. Mientras llega el último programa, los robinsones siguen enfrentándose a las inclemencias del tiempo que, una vez más, les ha dejado sin poder realizar sus tareas diarias. El fuerte viento y el mar revuelto han supuesto un nuevo bache para la supervivencia del grupo, que ha tenido que quedarse en Cayo Paloma 'de brazos cruzados'. Rocío Flores y Albert Barranco aprovechaban para hablar, ya que anímicamente están notando las consecuencias del aislamiento durante los casi tres meses que llevan concursando en el reality. La hija de Antonio David Flores le contaba a su compañero que el problema físico que sufre se ha agravado en estos meses, y la obligará a pasar por quirófano.
Mientras se quitaba la camiseta, Rocío le explicaba a su compañero que su condición física ha empeorado. "Me duelen los brazos que no te haces una idea, tengo los hombros hechos polvo", le explicaba con cara de dolor. "Me voy a tener que operar de verdad porque me duelen mucho", continuaba. La lesión en los hombros ha sido el talón de Aquiles de la concursante, que a pesar de todo no ha dejado de participar en las numerosas pruebas planteadas en el concurso. Algo que le ha pasado factura: "Si ya los tenía mal antes, aquí se han terminado de poner peor".
Pero además de para reparar esta lesión en los brazos, Rocío también tiene en mente mejorar su imagen física cuando termine el concurso. Hace una semana mantenía una divertida conversación con el extronista de Mujeres y hombres y viceversa y con Ana María Aldón en la que hablaban de su cambio físico después de 80 días de programa. La nieta de Rocío Jurado comentaba que le gustaría cambiar una parte de su cuerpo "sí o sí" haciendo referencia a su pecho. Y era tajante sobre esta idea, a pesar de las reticencias de la mujer de José Ortega Cano: "Me lo voy a operar porque no me gusta. Y lo voy a hacer nada más salir, se ponga quien se ponga por delante".
Y es que Supervivientes ha supuesto un punto de inflexión en la vida de Rocío Flores que ha conseguido convivir perfectamente con sus compañeros a pesar de su reticencia a hacerlo como demostró nada más aterrizar en Honduras; ha participado en las pruebas y ha aprendido a pescar aún estando lesionada. Además ha forjado una amistad inquebrantable con Albert Barranco; ha sabido sobreponerse a los duros ataques de Yiya, a quien ha terminado perdonando y ha confesado el daño que le provoca el distanciamiento con su madre, sin entrar en detalles.