,type=downsize)
“Obviamente, yo no soy un héroe… se nota. Todos somos héroes porque todos tenemos un lado extraordinario que sacamos a relucir en determinadas ocasiones”. Es uno de los tantos pensamientos que expresó Álex Lequio, fallecido a los 27 años el pasado miércoles, a lo largo de su vida, una de tantas lecciones que dejó y que nunca olvidaremos. En las páginas de la revista ¡HOLA! de esta semana, se recuerda su fuerza, su pasión, su capacidad de encontrar siempre ese lado positivo en medio de las dificultades y la huella de amor que deja en quienes tuvieron la suerte de cruzarse en su camino. Se cuenta la emocionante historia del valiente que conquistó el corazón.
Para ti que te gusta
Lee 8 contenidos al mes solo con registrarte
Navega de forma ilimitada con nuestra oferta
1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
SI QUIERES LEER EL REPORTAJE COMPLETO, CONSIGUE LA REVISTA A PARTIR DEL MIÉRCOLES EN EL QUIOSCO O COMPRA AQUÍ, DISPONIBLE TAMBIÉN A PARTIR DEL MIÉRCOLES
“Cuando vi a Álex por primera vez entendí el significado de la vida”, confesó su madre Ana Obregón a ¡HOLA! En las páginas de la revista podrás encontrar los momentos que marcaron la vida del emprendedor, de 27 años, que del niño rubio “tan bueno, tan responsable, que nunca me dio una mala noche”, se convirtió en el guerrero valiente que luchó hasta el final y conquistó el corazón de toda España. “La mía es una familia perfectamente normal de este siglo, donde prima la unión que tenemos, dejando de lado cualquier categorización de primo, hermano, cuñado, segundo cuñado del primo, madrastra, primer primo, hijo del primo segundo… Lo importante es el contacto que tenemos. La buena relación y punto” aseguraba Álex, que sentía un cariño incondicional por su familia.
El emprendedor de la eterna sonrisa
“Soy un emprendedor cabezota de veintisiete años, con grandes aspiraciones. Algunos dicen que trabajo demasiado, pero yo les digo que amo lo que hago” contaba Álex sobre su profesión, otra de sus grandes pasiones. Siempre con ganas de crear y superarse, al terminar la universidad, montó su primer despacho en el garaje de la casa de su madre. Fundó Polar Marketing y en pocos meses ganó lo suficiente para independizarse. Una empresa, junto a su buen amigo y socio Nacho Fernández Ansorena, que recoge un legado en el que puso mucho esfuerzo y sobre todo alma. Todo lo que hacía estaba hecho siempre desde el corazón.
En las páginas de la revista ¡HOLA! de esta semana, a la venta ya en tu quiosco habitual, encontrarás las imágenes y pensamientos que marcaron la vida de Álex Lequio, que siempre será recordado con su pícara sonrisa en los labios.