Eva González esperaba como agua de mayo el momento en el que poder asomarse a la pequeña pantalla y compartir con los espectadores algunos momentos de su confinamiento. Por ello, tal y como reconocería minutos después, se había pintado los labios por primera vez en dos meses y mostraba la mejor de sus sonrisas dispuesta a divertirse no en El Hormiguero, sino en su casa. Pablo Motos conectaba de manera virtual con ella, como viene haciendo durante las últimas semanas debido a la crisis sanitaria. El estado de alarma les pilló a ella,a su marido, Cayetano Rivera, y a su hijo Cayetano en su pueblo, Mairena del Alcor, y allí continúan, ya en fase 1, eso sí, pero con algunos pequeños contratiempos que han terminado por solventar sin demasiada dificultad.
Eva González y Cayetano Rivera disfrutan de la Feria de Abril... ¡sin salir de casa!
"Nos vinimos y hacía mal tiempo. Y ahora hace un calor que abrasa. El pobre (su hijo) va en body de manga corta interior todo el día. Como no hay camisetas... ¡pero ya me ha llegado el pedido! He comprado ropa por internet", explicaba divertida, antes de compartir cómo ha explicado la situación al pequeño, que el pasado mes de marzo cumplió su segundo año de vida. "Me ha salido listo, ¿eh?. De lo poco que puede entender un niño de dos años. Le he contado que fuera hay un bichito que le pica el culete y que no puede tocar nada. Así que cuando salimos le pregunto que cuáles son las reglas y me dice 'No toca nada, no acerca a nadie y no suelta mano de papá y mamá'. Aún así se pasa el día diciendo 'un paseo po favo, un paseo po favo", comentaba al respecto.
Eva González tiene en casa al mejor concursante de 'MasterChef Junior'
A lo largo de la cuarentena, tanto la presentadora como su marido han tenido no solo que ejercer de profesores con el pequeño, sino también de peluqueros. Y es que Eva González decidió cortarle el pelo al pequeño Cayetano. "Lo inmovilicé como todos los papás y las mamás, con dibujitos, y ahí se quedó quieto. Bueno y cuando me vio con la tijera en las manos", recordó al tiempo que compartía su truco: los dibujos de la Patrulla Canina. "Esos no decaen nunca", bromeó.
Eva González es muy consciente de lo privilegiada que es y a lo largo de todas estas semanas no ha dejado de pensar en que no todo el mundo tiene esa suerte. Es, al menos, lo que le transmitía a Pablo Motos durante su entrevista. "Hemos estado mes y medio sin salir de casa y ha sido complicado. Pero dentro de lo malo yo tengo un trocito de porche pequeño, con techo, porque son casitas adosadas. Y podía respirar. Me acordaba muchísimo, y lo he llevado muy presente, de las personas que viven en pisos pequeños, en grandes ciudades. O si a mí me hubiese pillado en Madrid. Hubiese estado peor, porque aquí podemos salir por lo menos", manifestaba.
La modelo, que reconocía haber pasado "la montaña rusa de las emociones en este confinamiento", como muchas otras personas, desvelaba también algunas de sus preocupaciones ante su vuelta al trabajo. "Estábamos aquí en el pueblo porque habíamos parado las grabaciones (de La Voz) para cambiar el plató y ponerlo más espectacular para la fase final. Yo estoy deseando volver, pero hay incertidumbre porque no sé cómo va a ser, si podremos tener público... Pero tengo muchísima ilusión y ganas por ver a mis niños del kids, a los adultos...", avanzaba antes de confesar lo que pocos sabían: que trabaja con su ídolo. "Ya no me pongo nerviosa cuando estoy cerca de Alejandro Sanz. Al principio sí. Piensa que yo rompía la hucha para comprar su disco e ir a sus conciertos".