Máximo Huerta está como un niño con zapatos nuevos. "Ha nacido hoy. Es niño y se llama Elio Ícaro", así presentaba ilusionado a sus seguidores al protagonista de su nueva novela Con el amor bastaba, una fábula sobre la libertad que ha resultado ser más profética de lo que a su autor le gustaría. En esta entrevista telefónica con HOLA.com, el escritor confiesa lo que más le preocupa de esta nueva normalidad a la que nos encaminamos y sus vías de escape durante la cuarentena. Además, habla sin tapujos sobre la cancelación del programaA partir de hoy que presentaba en Televisión Española, decisión que considera "un error", aunque no por ello deja de mirar hacia delante. De momento, ante él tiene su octava novela y la presentación más atípica a la que se ha enfrentado nunca.
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Presentas Con el amor bastaba en un momento complicado, ¿cómo afrontas este lanzamiento en tiempos de coronavirus?
Qué difícil... cuando empecé a escribir esta novela jamás pensé a que fuera enfrentarme a que no haya librerías casi abiertas con normalidad, que no haya ferias del libro, que no haya firmas... yo voy a echar mucho de menos el contacto con los lectores porque en cada lector, en su mirada, en cómo lo recibe, hay mucha magia y además es muy gratificante como escritor. Ahora todo se está convirtiendo en una vida pasteurizada, como todo envasado al vacío y no llego a acostumbrarme.
El protagonista tiene el extraño don de volar, una alegoría de la libertad que cobra ahora más importancia que nunca
Absolutamente, hablaba con una amiga, Ana García-Siñeriz, y me dice: "Qué profética la cubierta, el título y la novela". Y es verdad, pienso lo mismo, incluso viendo la portada, con un adolescente asomado a la ventana, mirando la vida o asomandose al futuro y con esa idea que ronda a toda la historia de la novela, que habla de la importancia de ser feliz, de la vida, de ser nosotros mismos. Elio, el protagonista, descubre que es diferente y muestra cómo actuamos los demás, cómo actúa la familia. Es una fábula de la libertad y es una novela que habla de la necesidad que tenemos todos, creo, de ser felices y reivindico el valor de la diferencia sobre lo que se considera normalidad. Todos somos especiales, todos somos únicos, todos somos raros, todos somos importantes y todos necesitamos amor. Eso es Con el amor bastaba.
En la nueva normalidad ¿con el amor bastará también?
No lo sé, pero creo que es lo más importante en la nueva vida, en la nueva normalidad y de aquí en adelante, más allá del trabajo, de la casa y de todo lo que necesitamos para vivir. Lo más importante y supongo que muchos lo habrán descubierto o redescubierto estos días es el amor. La mayoría de las personas cuando les preguntabas: "¿qué quieres hacer?", hablaban de ver a su familia, ver a sus abuelos, a sus sobrinas, a su madre, ver a sus amigos. Todo eso es amor y yo creo que Con el amor bastaba es un lamento, perotambién una necesidad.
Tras décadas de trabajo en televisión, ocho novelas y muchas otras publicaciones e incluso una breve, pero intensa, incursión en política ¿dónde te sientes más cómodo?
Yo soy una persona llena de ilusión que siempre empieza los proyectos con ganas y así me enfrentó a un programa de televisión o así me enfrento a una novela. Disfruto mucho escribiendo, construyendo mis historias. La verdad que construir una novela no es tan diferente a construir un aeropuerto. Es lo mismo, lo piensas, lo diseñas, lo construyes, a veces se te quedan pájaros dentro y escribo para llenar vacíos, para tomarme algún desquite contra la realidad, contra las circunstancias y a mi el libro me parece una evasión maravillosa necesaria y la ficción en la vida creo que es vital.
¿Y cómo te gusta que te definan?
A lo que más horas dedicó es a escribir. Llevo ocho novelas con esta y unos cuantos libros de viaje y me considero un novelista que de vez en cuando trabaja como periodista, que es lo que estudié. En el fondo lo que te dedicas es a contar historias en un sitio o en el otro.
Máximo Huerta revela la verdadera razón por la que decidió irse de la televisión
Ahora vives una época de cambios, sale a la luz tu nuevo libro al tiempo que finaliza una etapa en TVE al frente de A partir de hoy. Te has tomado con mucha deportividad la retirada del programa ¿De verdad no hay reproches?
No hay rencor, no hay reproches... hay pena, sobre todo el disgusto del momento, pero sobre todo por el equipo, que era muy bueno. El programa que era oxígeno para la televisión, un programa que era necesario en la televisión pública con colaboradores estupendos como Gemma Nierga, OIga Viza, Ana García-Siñeriz... con grandes invitados que han pasado por el plató como Raphael, Concha Velasco... grandes actrices, cantantes, escritores... Yo lo he disfrutado mucho, pero el secreto de ir hacia delante siempre es volver a empezar y más allá de los hechos hay que ser flexible y la vida consiste en ir despidiéndose, de trabajos, de amigos de familia... No es ya deportividad es que donde hay patrón no manda marinero y yo asumo como cabeza del equipo una salida que no voy a decirte que sea injusta, pero yo creo que es un error porque es un programa en el que las audiencias iban subiendo y yo creo que aportaba muchísimo.
Tras este revés, ¿te centrarás aún más en la literatura? ¿Qué planes tienes?
Yo en la literatura siempre estoy centrado, siempre estoy escribiendo. De hecho en esta pandemia he seguido escribiendo una barbaridad. Siempre tengo una novela en mente y desde niño he escrito mucho y eso va a seguir. Estoy muy contento con Con el amor bastaba y respecto a la tele, yo soy como un taxi, ahora tengo la luz ver así que estoy libre para volar donde sea.
Llama la atención, quizás porque era la faceta más desconocida, tu afición a la pintura, ¿te gustaría implicarte más como pintor o es tan solo una vía de escape?
Para mí es como el yoga, algo que me relaja, lo hago desde pequeño, solo que ahora lo he empezado a mostrar en redes y mucha gente me dice: "Por favor, quiero esas acuarelas". Desde siempre he pintado, mi madre pintaba también y yo estudié en el estudio de un pintor de pequeño y es algo que nunca había mostrado. Es la mejor manera que tengo de relajarme. Cuando pinto no pienso y disfrutó mucho
El nuevo Máximo Huerta en su faceta más desconocida
Escribes, pintas... todas ellas son aficiones perfectas para una cuarentena, ¿lo has llevado bien?
He vuelto a hacer lo mismo que hacía de niño, pintar y escribir, pero con 49 años y me han servido mucho mis aficiones de cuando era pequeño para sobrellevar mejor el drama y para que el tiempo pasara más rápido y la cabeza estuviera más o menos centrada más allá de las angustias, los problemas, las inquietudes. Pintar, escribir o leer ha sido lo que más me ha ayudado.
¿Te has descubierto haciendo algo que nunca hubieras imaginado?
Cocinando, porque me he puesto a cocinar recetas que hacía mi abuela. Vivo solo y en mi casa tenía que entretenerme de alguna manera más allá de ver películas, leer libros o pintar. Me he regalado a mi mismo la receta de pastel de manzana que hacía mi abuela y eso es lo que he descubierto: que a mi que no me gusta cocinar, me relaja muchísimo también.
¿Y se te da bien?
Bueno, de aquella manera, como soy mi único comensal yo creo que sí.
¿Qué es lo que más has echado de menos, además de ver a familiares y amigos?
Los bares, las terrazas, ir al cine, al teatro, y sobre todo el barullo, la vida de la calle, entrar una tienda, sentarte a tomar una caña, en definitiva, la vida. Las maravillosas y sencillas costumbres de pasear tomarte un café o quedar con unos amigos o probarte un jersey, las cosas más normales son las que más echas de menos.