Mientras sus compañeros se enfrentan a las últimas semanas de concurso en Supervivientes 2020, los expulsados van llegando a España retomando su rutina diaria donde la alimentación tiene un papel importante, después de su participación en el reality. Tres semanas después de su expulsión y tras guardar la cuarentena recomendada al volver a Madrid, Yiya ha estado en el plató de Supervivientes: Conexión Honduras donde ha explicado cómo ha sido volver a su vida, haciendo hincapié en el 'efecto rebote' que ha sufrido al haber retomado su ingesta de alimentos. Al verse frente al espejo días después de salir del concurso, mostró su disconformidad al conocer que su paso por Honduras se había traducido en una pérdida de 13 kilos y medio. En ese momento ya dejó claro que su primer propósito al volver a casa era recuperarlos.
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Pues dicho y hecho. Enfundada en un ajustadísimo vestido verde esmeralda con complementos en fucsia y una nueva peluca, Yiya le confesaba anoche a Jordi González que en solo una semana ha recuperado siete kilos, para sorpresa del resto de sus compañeros presentes en el plató. "Y pienso seguir ganando más", explicaba feliz con su aumento de peso. "Tampoco hay mucho más que hacer ahora mismo que comer", decía sonriente haciendo alusión al confinamiento. De todos los concursantes que han pasado por las numerosas ediciones del programa de supervivencia, Yiya ha sido una de las pocas a las que no le ha gustado perder kilos, precisamente porque estaba encantada con su voluptuosa figura.
Pero la superviviente extremeña no ha sido la única que ha subido tanto de peso en solo siete días. A su lado estaba Nyno Vargas, que dejó a todos boquiabiertos al comentar que él había engordado diez kilos en el mismo periodo de tiempo. Todo debido a 'la dieta' que llevaron durante su estancia en el hotel hondureño en el que se alojaron tras ser expulsados del concurso. "Nostros íbamos al bufet y nos comíamos una tortilla de diez huevos, o un bol lleno de cereales y bien de leche", explicaba el rapero ante un Jordi Gonález atónito por las confesiones de los robinsones.
La ansiedad por la comida y el aumento rápido de peso es algo que suelen experimentar la mayoría de los concursantes cuando retoman su vida tras el programa. Y esto se traduce en el llamado 'efecto rebote', uno de las consecuencias del déficit alimenticio que sufren y que se suma, entre otras patologías, a los problemas que a veces también aparecen en la vesícula. Por eso los expertos que forman el equipo de Supervivientes insisten en que los exconcursantes tienen que llevar una dieta estricta para que su cuerpo se vaya adaptando de nuevo a la ingesta normal de alimentos.