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Solo quedan seis participantes en la presente edición de Supervivientes y la tensión crece por momentos. Una muestra de ello fue la pasada gala de expulsión, que se saldó con la salida de Ivana Icardi y puso sobre la mesa más de un conflicto entre los robinsones. Uno de los más sonados, el que protagonizaron Rocío Flores y Elena Rodríguez. La primera aseguraba que la madre de Adara tenía una doble cara en el concurso; que no es la misma persona delante que detrás de la cámara. Esta valoración no sentó nada bien a Elena, que se defendió comparando a la hija de Antonio David Flores con la "la típica vecina que está detrás de la mirilla esperando a que cometas un error para decirte has cometido un error".
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El desencuentro subió de tono y Jorge Javier intentó buscar la 'verdad' entre el resto de compañeros, pero pocos se posicionaron abiertamente. El presentador tenía especial intereser en conocer la postura de Ana María Aldón, a quien preguntó directamente: "Ana María, en este particular duelo ¿tú con quién vas?". La mujer de José Ortega Cano no quiso tomar parte, asegurando no entender el conflicto y prefiriendo quitarse "del medio y no entrar en esa discusión". Más tarde, en la ronda de nominaciones, Rocío confesaba haber echado en falta su apoyo, como ha pasado en otros momentos del concurso. Sin embargo, esta vez la benjamina restó importancia al momento: "Últimamente está fatal de ánimo, la entiendo y ya está. Va más lenta, más despacio y no pasa nada, de verdad, ya lo he hablado con ella".
En Supervivientes: Conexión Honduras se ha podido ver cómo el conflicto se extendió fuera del directo y acabó, incluso, con un corte de manga por parte de Elena. Imágenes inéditas que han sido reveladas en las últimas horas donde también se ha confirmado que Ana María intentó explicar a la hija de Rocío Carrasco el motivo por el que no salió en su defensa. "Yo no tengo tu capacidad, Rocío. No sé ni por qué discutís. Relájate un poco. Vamos a la final, que yo no puedo ni conmigo", le susurraba pensando que nadie las escuchaba, "me bloqueo y no puedo".
El acercamiento entre Ana María Aldón y Elena Rodríguez es más que evidente desde que conviven juntas en Cayo Paloma, lo que pone a la diseñadora en una difícil tesitura, que ha resuelto manteniéndose al margen. Sin embargo, gracias a esta unión, parece que la resolución del conflicto está más cerca. Con su particular humor, aprovechó un momento en que Elena, Barranco y Rocío estaban juntos para romper la tensión. "Ro, perdona, por lo de la vieja del visillo", acababa reconociendo Elena, con el objetivo de sellar una tregua entre las dos.