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Desde que se decretó el estado de alarma, la rutina de Susanna Griso cambió de manera radical. La periodista ha seguido en todo momento poniéndose al frente de Espejo público, el programa que se emite por las mañanas en Antena 3 desde hace catorce años. Pero una vez que los focos se apagan, regresa a su hogar para pasar el confinamiento al lado de su familia. Ahora que ha comenzado la desescalada y se permiten salidas limitadas del hogar, la presentadora ha aprovechado el fin de semana para ponerse en forma junto a su marido, Carles Torras. El matrimonio, vestido con ropa deportiva, ha salido a andar por las inmediaciones de su urbanización. Un agradable paseo en el que ambos, que comparten profesión, han mantenido una agradable conversación a la vez que se han relajado pudiendo disfrutar de esta actividad al aire libre.
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Estar tanto tiempo en casa ha hecho que Susanna y su familia pongan en marcha nuevas maneras de entretenerse. La propia periodista confesaba en su programa que una de las cosas con las que más se está divirtiendo durante el confinamiento es con el baile. Añadía, además, que no es ella la encargada de poner la música, sino que se mueve con los temas que elige su hija menor, convertida en improvisada DJ. "Ella elige temas que tengan ritmazo como Shakira o pop latino", contaba Griso, insistiendo en que la niña tiene un gusto musical muy definido. La llegada de Dorcette a su vida -tras un proceso de adopción que se extendió ocho años- supuso una inmensa alegría para la toda la familia. "Estoy encantada. Ha sido un regalo y nos estamos adaptando todos. Es una niña muy vital, muy feliz, muy alegre y nos tiene a todos bailando mambo en casa, porque tiene mucha energía y alegría en el cuerpo", contaba poco después de viajar a Costa de Marfil para recoger a la pequeña.
Una discreta y sólida historia de amor
Susanna y Carles, que tienen tres hijos llamados Jan, Mireia y Dorcette, se casaron hace ya 23 años y desde el principio han querido mantener su vida privada al margen del foco mediático a pesar de que ambos se dedican al mundo de la comunicación. Una de las pocas veces que ella dio detalles de su matrimonio fue durante una visita a El Hormiguero, donde explicó que se conocieron en Catalunya Ràdio, donde ambos trabajaban. "Él entraba con un casco y unas camperas y no sé, me gustó... A este chico le tengo que conocer, pensé. Recuerdo un día que salimos todo el equipo y empezamos a hablar y no coincidíamos en nada, no había ni un punto de coincidencia en nuestras vidas, pero algo había...", comentó. Incluso recordó entre risas dónde se dieron su primer beso: ”Fue en una fiesta de disfraces, él iba de monaguillo y yo iba de hindú,… fue en un lento, esto es muy antiguo… somos unos clásicos… ni siquiera se lo había contado a mis hijos".
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A lo largo de estos años, el matrimonio ha trabajado junto en otras ocasiones como por ejemplo en el programa de entrevistas Dos días y una noche, donde Susanna se puso a las órdenes de su marido. Un espacio que la ganadora de dos premios Ondas compaginó con Espejo Público, un programa en el que se siente muy cómoda. De hecho, hace solo unos días dedicaba a todo el equipo unas palabras de agradecimiento y cariño por el esfuerzo que han hecho, y es que debido a la pandemia parte de la plantilla ha tenido que quedarse en casa. "Aprovecho para decir que tenemos un equipo fantástico. Mis compañeros técnicos que vienen con la mascarilla, absolutamente protegidos, les quiero dar las gracias por estar a diario, al igual que realización, dirección, edición... y de todos los trabajadores que han hecho posible este programa. Hemos tenido mucha precariedad pero ha salido adelante", explicaba.