Antes de iniciar Supervivientes 2020, la organización advertía a los telespectadores y a los propios robinsones de que esta iba a ser la edición más extrema de la historia del reality. Y así está siendo. A lo largo de estos tres meses de programa, los supervivientes no solo se han enfrentado a la falta de recursos, sino también a las condiciones climatológicas adversas que habitualmente se producen en Honduras en esta época del año. A pesar de estar demostrando ser unos auténticos guerreros, los concursantes también están teniendo momentos de bajón, en los que las fuerzas les fallan tanto física como psicológicamente. La última en mostrarse devastada ante las condiciones extremas del reality ha sido Ana María Aldón, quien se ha hundido tras el último temporal, llegando a asegurar que tendrá pesadillas cuando regrese a España.
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La mujer de José Ortega Cano está mostrando ser una auténtica superviviente. Sin embargo, tiene un gran enemigo que la derriba anímicamente: las noches de viento en Cayo Paloma. "Es que las noches son interminables. Mira que el día es duro, pero por la noche piensas que va a venir una ola y te va a llevar. Estás en mitad de la nada. Yo creo que cuando llegue a España voy a tener pesadillas con esta parte del concurso. Las noches de viento en Cayo Paloma…", explicaba la modista a Elena Rodríguez, visiblemente decaída y al borde de las lágrimas.
Frente a las cámaras, Aldón se ha desahogado y ha explicado que está "destrozada" por culpa del fuerte temporal que azota a Honduras. "Si digo que no puedo más es porque la tormenta me tiene destrozada. No sé cuándo va a parar el aire, no sé en qué momento va a llegar la ola que nos va a arrastrar porque es lo que ronda en mi cabeza continuamente, que va a venir una ola y nos va a llevar a la otra punta de la isla", confesaba la modista, desesperada por la situación.
Afortunadamente, tras una noche de fuertes tormentas, Ana María se ha levantado con un ánimo más enérgico y positivo. Sin embargo, si continúa el temporal, los robinsones no pueden salir a pescar, algo que a la mujer del torero le afecta y mucho. "Lo que quiero es pescar. Mañana a primera hora voy yo, se ponga quien se ponga por delante, así me ahogue en este mar", decía Ana María a sus compañeros con sentido del humor demostrando que, a pesar de haber sufrido un pequeño bajón, al mal tiempo, mejor buena cara.