José Antonio Avilés se enfrentó anoche a la que, posiblemente, ha sido su entrevista más difícil hasta la fecha. Un primer asalto del largo combate que le espera, que continuará cuando el tertuliano regrese a España y responda a todos los frentes que se han abierto durante su paso por Supervivientes. Hace unos días se puso delante de la cámara en el espacio conducido por Jordi González para hacer una primera aparición pública tras conocer, gracias a su familia, las acusaciones de fraude y estafa que se estaban vertiendo sobre él en los platós de televisión. Un anticipo en el que solo reconoció haberse equivocado en el pasado y en el que aseguró que se enfrentaría, uno a uno, a los casos desde el programa en el que colabora.
Sin embargo, antes de regresar, anoche dio la cara en una entrevista que duró varias horas, con preguntas de Jorge Javier Vázquez, Isabel Rábago, Kiko Matamoros o María Patiño, entre otros. Precisamente esta última se mostró muy enfadada con el tertuliano, cuyas palabras no acabaron de convencerla: "No te veo un discurso natural, sabía que ibas a asumir las deudas pero me estoy encontrando con un pobre chico que ha ido a un concurso para solventar sus deudas y tengo la sensación de que hasta te tengo que pedir perdón".
"Creo que estoy contestando a todo lo que me estáis preguntando, con la mayor sinceridad del mundo", se defendía Avilés, mientras la conductora de Socialité mostraba un gesto de incredulidad. "Tu pasado sigue siendo el presente, me estás decepcionando muchísimo, hay un reconocimiento de deuda, de biografía inventada, pero evidentemente, como bien te ha asesorado tu abogado, no hay un reconocimiento del delito y hasta humanamente lo puedo entender", apuntaba Patiño, para continuar diciendo "lo que me indigna es el engaño, la utilización del dinero, de los sueños y el nombre de otras personas".
La periodista se acababa alterando por algo que le toca a ella directamente. "¿Por qué me engañaste? ¿Por qué me mandaste un máster que era falso cuando yo nunca te lo pedí? ¿Con qué intenciones?", le reclamaba con insistencia. Avilés echaba balones fuera, sin querer asumir abiertamente el error ni aportar detalles sobre este hecho en concreto. Mientras se seguía hablando de él en el plató, José Antonio Avilés tenía claro qué reconocer y qué no, y mantenía un tono todo lo sereno que le permitía la entrevista. "No me quieras sacar de mis casillas, voy a seguir en el mismo tono, quieras tú o no quieras (…) no me voy a meter en un enzarzamiento ni contigo ni con nadie", le decía a María Patiño.