Los sentimientos están de nuevo a flor de piel en Supervivientes, después de que los concursantes pasaran la prueba denominada ‘'el puente de las emociones'. Los robinsones tenían la opción de cruzar este puente formado por unos peldaños con una nomenclatura particular: culpa, distanciamiento, arrepentimiento y perdón. O por el contrario, podían darle la espalda y no hacer frente al reto emocional que planteaba. En cada uno de los pasos, debían enfrentarse a su pasado, hablando de lo que les evocaba cada una de esas palabras. Un momento de lo más emotivo para los supervivientes que participaron y que han expresado sus sentimientos contando experiencias difíciles de su vida. Uno de los participantes fue Albert Barranco, que habló de su familia como no lo había hecho hasta ahora en el reality empezando por referirse a la culpa. "Me siento culpable siempre porque no pasé el tiempo suficiente con mi abuela", confesaba entre lágrimas. El extronista de Mujeres y hombres y viceversa explicaba cómo había sido su comportamiento ausente durante el último ingreso hospitalario de su familiar.
A pesar del orden establecido en la prueba, Barranco optó por cambiar la distribución de los peldaños. Y aunque el segundo era el del perdón, él pasaba al del distanciamiento en el que contó cómo había vivido la separación de sus padres. Una situación que le costó mucho asimilar y que provocó que se alejara de ellos. "Me llegó de sopetón, tenía la cabeza un poco perdida y no sabía cómo encontrarme", decía, asegurando que solo con el tiempo entiendo lo ocurrido. "Dos personas se desenamoran y pasa lo que pasa. Es algo que tenían que decidir ellos y no lo supe asimilar. Me distancié de mi padre y de mi madre".
Tras estas palabras, el robinson avanzaba al escalón del arrepentimiento donde sus padres volvieron a ser el centro de sus palabras. "Siento no haberles demostrado lo que realmente les quiero", comenzaba diciendo mientras contaba cómo durante su infancia había sido un niño independiente y "muy pasota". Sin poder parar de llorar, el superviviente admitía que "no he estado a la altura como hijo", y alababa la forma de ser de sus progenitores con unas palabras de agradecimiento. "Han dado todo por mí siempre y yo nunca he sabido darles las gracias. Son las mejores personas que he conocido nunca".
Albert Barranco finalizaba su paso por 'el puente de las emociones' pidiendo perdón y haciendo una reflexión: "Estar aquí me ha servido para darme cuenta de la familia que tengo". "Pido perdón a mis padres por todo lo que no he demostrado a día de hoy". Y terminaba con un claro objetivo para cuando termine su aventura en Supervivientes, reunir a sus padres y a su novia Carla y disfrutar de una velada juntos: "Echo de menos las cenas en familia, y cuando vuelva a España quiero que esto de un vuelco".