Hugo Sierra es, posiblemente, uno de los personajes más serios y herméticos de la edición, sin embargo, durante la última gala de Supervivientes: Tierra de Nadie, el concursante se dejó llevar por sus emociones en más de una ocasión. La más feliz, tras salvarse de la nominación y confirmar que tiene el favor del público, aunque acababa confesando que le hubiera gustado que se librara Ivana. La más agridulce, su paso por 'el puente de la emociones', un reto que le dejó completamente hundido. "Nos encontramos ante el puente de las emociones, un puente que recorre los sentimientos que sabemos que has tenido a lo largo de esta aventura. Te invito a recorrerlos, a enfrentarte a tus miedos, para que caminando te sientas más fuerte antes de la recta final de esta dura aventura", explicaba Lara.
Culpa, perdón, arrepentimiento y distanciamiento eran los "cuatro escalones que te van a permitir liberarte del peso de las emociones, que están siendo tan fuertes como esta experiencia". La presentadora le daba la oportunidad de avanzar o dar la espalda al desafío, pero Hugo decidía recorrer los cuatro estadios."Si hay algo que se caracteriza en mí es que voy de frente, soy sincero y no me escondo". Con estas palabras arrancaba su momento, pero pronto se le rompía la voz: "Me siento bastante culpable por haber fracasado teniendo hijos pequeños".
Se acordaba de sus dos exmujeres, la madre de Mikaela, su hija, y Adara, con quien tiene a Martín, de apenas un año y medio de edad. Desde plató, Carlos Sobera quiso detenerse en el caso de su hija mayor y Hugo habló con sinceridad: "No tengo mucha relación con ella. Por suerte la separación con su madre no fue dramática porque no hubo terceras personas de por medio. Dejé a mi niña con un año y medio por ser sincero y decir que ya no había más sentimientos por mi parte. Me duele mucho pero ella es una niña feliz".
A continuación, ha confesado que tiene "mucho miedo" de que esta situación se repita con Martín y que hará todo lo posible todo lo posible para que no suceda. "Ese niño lo es todo para mí", aseguraba mientras cerraba los ojos. Continuaba abatido y caminaba a un segundo escalón, el del perdón, donde nuevamente se acordaba de Mikaela: "Le pido perdón si en algún momento le fallé en algo o si le hice daño. Es muy difícil esto. Le digo que la quiero mucho y que me quedo con el abrazo que le di la última vez que nos vimos. Son las pequeñas cosas con las que voy adelante porque la verdad que es muy difícil. Nunca imaginé que me sucedería esto a mí".
Llegaba el momento del arrepentimiento: "Con esta palabra me viene a la mente que soy muy radical y por un problema estúpido me dejé de hablar con uno de mis mejores amigos y hace dos años le dio un infarto de golpe y no lo vi nunca más". Lara agradecía que, a pesar de lo duro, se haya "abierto en canal" y le invitaba a enfrentarse a su último peldaño, el del distanciamiento, en el que se acordaba de su hermano. "Perdóname por decirlo aquí pero es algo que no me hace sentir bien. No voy a decir cuál es el problema pero quiero decir que siempre estás aquí y te quiero mucho". Pese a que el concursante no ha querido dar el motivo de esta distancia, su madre, en una conexión en directo con el plató, ha dejado ver que se trató de algo relacionado con Adara.