"Quiero normalizar la palabra cáncer", con esta frase, de forma clara y sin rodeos, Álex Lequio definía su actitud ante la vida en la nueva etapa que le tocaba afrontar tras ser diagnosticado de cáncer a comienzos de 2018. Lo hacía en las páginas de la revista ¡HOLA!, en un motivador reportaje en el que posaba, junto a sus padres, con su arrolladora y sempiterna sonrisa. Fue toda una declaración de intenciones, que aplicaría a rajatabla durante estos dos últimos años. “Cuando me pasó esto, digamos que me di cuenta de que no podía confiar en que, después de este tren, vaya a pasar otro -explicaba-. Y ahora estoy como loco, intentando saltar y subirme a cada uno que pasa”. Y así lo hizo, con enorme energía y admirable determinación.
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A pesar de la adversidad y de los continuos ingresos hospitalarios, Álex continuó trabajando siempre que pudo y mostrando lo mejor de sí mismo a cada paso que daba. Como hizo al compartir su primera imagen tras hacerse pública la enfermedad que padecía. “He intentado agradeceros a todos los mensajes de apoyo que me habéis mandado por privado, uno a uno, pero sois tantos que no soy capaz. Por ello aprovecho este momento para deciros que estoy muy agradecido y deseando volver. Muchos abrazos a todos", escribió. Junto al texto, una foto- ¡cómo no!- flanqueado por sus padres, que mostraba a un joven radiante y alegre a pesar de que las secuelas del tratamiento ya eran visibles para todos.
Tres meses después, en octubre de 2018, Aless se incorporaba al trabajo, para ponerse de nuevo al frente de Polar Marketing, la empresa que con tanta ilusión había creado tres años antes. Una iniciativa diseñada para ayudar a las startups “a exprimir los nuevos formatos de la comunicación”, como el mismo señalaba en la web corporativa. Con mucho humor anunciaba su regreso laboral sin olvidarse de los que como él tenían otra realidad a la que enfrentarse. “Mi cara ‘fotogénica’ y yo os decimos hola. Ánimo a todos los luchadores/as”. Días más tarde llegaba la gran prueba de fuego: un evento organizado por su compañía, en el que, muy a su pesar, se convertía en el gran protagonista. Tímido pero consciente del interés mediático que su presencia suscitaba, posó para los fotógrafos unos instantes y de nuevo pronunció las palabras que no se cansaba de repetir: “Estoy muy agradecido por todo el apoyo. Gracias de corazón”.
Así contó Aless en ¡HOLA! cómo afrontaba su enfermedad
El último mensaje en redes que envió Álex Lequio
Siempre emprendiendo algo nuevo, siempre con una sonrisa
El año 2019 no pudo comenzar mejor para el hijo de Ana Obregón: las fiestas navideñas que disfrutó en familia y un nuevo proyecto laboral, le permitían mantenerse desafiante ante su futuro próximo. Ni siquiera cuando visitaba el hospital para continuar con sus sesiones médicas, "la ITV", como él solía decir, cambió su humor. Meses de trabajo, de amor compartido con los suyos y también con los que no conocía. Álex sacó tiempo para embarcarse en una iniciativa solidaria: ‘Caring’, con la que, en colaboración con la Fundación Caico, buscaba recaudar fondos para niños y niñas que sufrían cáncer como él y que no contaban con recursos necesarios. Y entre proyecto y proyecto, las risas y las bromas con su adorada mascota Luna y con Boby, otro precioso perrito, que le robó el corazón cuando llegó a su vida a mediados de agosto y que contaba con sus propias e ingeniosas redes sociales.
En las pocas ocasiones que Alessandro Lequio se pronunció sobre este tema, resaltaba el optimismo de su hijo a la hora de afrontar el cáncer, “sin olvidar que está en el medio de una lucha importante”, dijo. Su madre, Ana Obregón, hablaba también de su “impresionante entereza”. Con eso nos quedamos, con el coraje y la vitalidad que Aless exprimió hasta el final y, también, con su preciosa sonrisa.