Para Ana Obregón, la vida se quebró en marzo de 2018 cuando supo que su hijo tenía cáncer. “La Ana Obregón artista ya no existe, ya solo queda la madre. La primera se fue y no creo que vaya a volver nunca más”, contaba en ¡HOLA! a finales de ese mismo año tras regresar de Estados Unidos, donde Álex Lequio recibió tratamiento durante seis meses para intentar curar la enfermedad que finalmente ha provocado su muerte. “Mi hijo me ha dado una lección de vida y me ha enseñado que es un honor ser su madre”, nos decía con emoción la presentadora por aquellas fechas cuando la esperanza era el timón al que se aferraba toda la familia.
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Si una imagen vale más que mil palabras, la de la actriz y Alessandro Lequio presentando a su bebé en julio de 1992 es de lo más reveladora. Mostraban una felicidad inmensa que, ni siquiera su ruptura empañaría años más tarde. Por encima de su separación como pareja, quedaba una unión más fuerte: el amor común por su hijo, al que vimos crecer al lado de Ana Obregón, siempre atenta, protectora y, por encima de todo, siendo una madre orgullosa. Los primeros pasos, los baños en Mallorca, su “afición” por morder micrófonos… La protagonista de Ana y los siete defendía con vehemencia a su pequeño “diablillo” cuando este conseguía desarmar a las reporteras. De estas travesuras antológicas se reiría el propio Álex, con su habitual sentido del humor, siendo ya adulto.
Su espíritu emprendedor
Y llegó la juventud y con ella los primeros planes en solitario. Álex llegaba a la mayoría de edad con la vista puesta en Estados Unidos, donde realizaría los estudios superiores en la prestigiosa universidad de Duke. “Es una penita que se marche”, confesaba Ana el día que su hijo cumplía 18 años. La graduación en 2014 fue una fiesta para la familia, que viajó hasta California para ver cumplido el sueño del pequeño de la casa. “Ver hecho todo un hombre con su toga y con su diploma, al niño rubito y de pelo rizado, siempre tan responsable y tan bueno, que nunca me dio guerra alguna, me ha traído infinidad de imborrables recuerdos”, aseguraba la artista. “He vivido el momento más emocionante de mi vida después de haber sido madre”.
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Tras la vuelta a España, nuevos sueños y nuevos planes. Álex demostraba su espíritu emprendedor al montar su propia empresa de marketing digital y, decidía dar otro paso decisivo en la esfera personal: abandonar el nido familiar. “Mi madre se siente un poquito sola, pero es normal. Tiene que ser raro no verme en la cocina con la sartén en llamas los domingos por la mañana. Yo también voy a echar de menos esos momentos”, bromeaba el hijo de Ana Obregón en las páginas de la revista ¡HOLA! al hablar de su nueva etapa. Amor, trabajo… Los proyectos de un veinteañero.
Pero el 2018 lo cambió todo, el fatal diagnóstico que dejó en un impasse su vida y la de los que le querían. Ana lo dejó todo para acompañar a su hijo durante el tratamiento en Nueva York. “No hay que hacer más drama del drama. Una madre tiene que estar con la mente fría y buscar soluciones”, decía con entereza la actriz tras regresar a nuestro país. A pesar de la dureza de esos meses, la intérprete había aprendido del coraje Aless. "Le rompieron las alas y siguió volando. Pero esta vez mucho más alto. Orgullosa de tu forma de luchar cada día”, escribió Ana cuando todavía su hijo se enfrentaba a enfermedad. Hoy le despedimos con el corazón encogido. Vuela alto, Álex.