A pesar de las adversidades del temporal, las tareas básicas de supervivencia y las discusiones, en Supervivientes también hay tiempo para pasarlo bien y divertirse, y como era de esperar, la visita de un antiguo compañero, como José Antonio Avilés, ha terminado revolucionando los Cayos Cochinos. El colaborador de Viva la vida, quien empezó el concurso rodeado de polémica y llegó a su fin de igual forma, ha regresado a Cayo Paloma como 'fantasma del pasado' para pasar un día entero con sus compañeros. Divertido y siempre dando de qué hablar, el exconcursante tuvo la ingeniosa idea de celebrar la primera edición de Hondurasvisión antes de su partida definitiva de la isla. De los cantes de Ana María Aldón al sensual tango de Barranco e Ivana, los supervivientes tuvieron la oportunidad de demostrar sus dotes musicales en un día en el que no faltaron las risas ni los bailes.
Si hace unos meses José Antonio se propuso enseñar a todos sus compañeros a bailar twerking, días después de su expulsión, el colaborador cordobés sigue haciendo gala de sus ocurrencias para pasárselo bien en la que sería su última vez en Cayo Paloma junto al resto de concursantes. De esta forma, Avilés daba comienzo a la que sería la primera edición de Hondurasvisión con Ana María Aldón como primera concursante, que decidida a ganarse a su público, se atrevía a cantar unos 'tanguillos de Cádiz'. "Se lo dedico a toda mi familia, especialmente a Ortega Cano, tengo unas ganas de cogerte.... Cuando te coja te vas a enterar", ha comentado la diseñadora sin poder evitar la risa.
El testigo de Ana María lo recogieron Barranco e Ivana, que sin vergüenza alguna, se arrancaban con un pasional y sensual tango, bien agarrados, que se ganó la ovación del resto de compañeros. Mientras tanto, Hugo Sierra presenciaba el panorama desde la orilla negándose a participar, ni siquiera para formar parte del público como el resto de sus compañeros. El extronista de Mujeres y Hombres y Viceversa repetía actuación, pero esta vez, junto a Jorge Pérez y con un género totalmente opuesto: el canto. De esta forma, ambos supervivientes se atrevían a interpretar Dos hombres y un destino, mientras se revolcaban en la arena, totalmente inmersos en el papel.
Sin duda, los supervivientes pudieron disfrutar de un divertido momento en el que no faltaron las risas y que terminó con la victoria de Ana María como la ganadora oficial del festival y cuyo premio fue una piedra. "¡La ganadora de Hondurasvisión! Qué placer, pero yo creía que el premio era comida y resulta que no. El premio era un trozo de piedra, que de esas tengo yo un montón en el mueble de mi casa", se quejaba la mujer de José Ortega Cano decepcionada por no disfrutar del manjar que se esperaba. Sin duda, la visita de José Antonio ha alegrado el día a sus compañeros después de las caóticas noches que llevaban pasando debido al fuerte temporal. Para bien o para mal, el colaborador ha dejado huella en los Cayos Cochinos, y en el momento de su despedida definitiva, ninguno de los robinsones pudo evitar emocionarse dejando en Cayo Paloma un auténtico mar de lágrimas: "Lo hemos echado de menos como a nadie, te transmite energía y positividad".