Se acabaron los males para Ivana Icardi, después de una semana sin levantar cabeza en Supervivientes. A su ruptura con Hugo Sierra le ha sumado el 'castigo' al que accedió en el juego de 'la mesa de las tentaciones' por el que tenía que estar sin hablar durante unos días a cambio de poder degustar una tarta de dulce de leche. Casi una semana sin pronunciar palabra en la que no poder comunicarse de viva voz con sus compañeros ha sido una auténtica tortura para ella. Y terminaba por pasarle factura: "Necesito desahogarme y no puedo", escribía una de las noches mientras comenzaba a llorar. Rocío Flores fue su consuelo y, entre abrazos y unas sentidas palabras de cariño, consiguió paliar la impotencia de su compañera. Pasado el ecuador del concurso, a Ivana le está pesando especialmente su separación de Hugo, con el que no termina de encontrar el consenso para el bien de la convivencia de todo el grupo, reunido en Cayo Paloma desde la última reunificación.
Pero anoche el castigo de Ivana Icardi llegaba a su fin y así se lo comunicaba el propio Jordi González durante Supervivientes 2020: Conexión Honduras, invitándola a escoger bien las que iban a ser sus primeras palabras después de esta semana tan difícil para ella. Y la concursante no defraudó al expresar su alegría con un "Soy feliz". Aliviada, explicaba además que "no he hecho buen trato con el pirata Morgan porque la tarta se me terminó hace mucho y aquí he seguido sin hablar". Una confesión que arrancó la sonrisa y los aplausos de todos los robinsones excepto de Hugo Sierra. El ganador de Gran Hermano Revolution sigue molesto con la que ha sido su pareja en el concurso y con todas las consecuencias que ha traído su ruptura.
La 'verborrea' de la ex de Gianmarco Onestini no quedaba ahí. Su emoción llegaba a tal punto que incluso se atrevió a bromear poniendo a Elena en su punto de mira cuando el presentador le explicaba cuál era su misión: pasarle el testigo a uno de sus compañeros, que pasaría 24 horas sin poder hablar. La madre de Adara Molinero fue la elegida, y aceptó el castigo entre bromas, llegando incluso a abrazar a su compañera, que explicaba que era una pequeña venganza por haberla nominado.
La relación de las dos concursantes ha sido inexistente a lo largo de Superviviente 2020. Elena ha sido el talón de Aquiles del ex de su hija, que a las pocas semanas se convertía en la pareja de Ivana. Desde ese momento, los desencuentros entre ellas han sido constantes. El último hace solo una semana cuando la concursante argentina le echaba en cara la relación de idas y venidas con su compañero. La triatleta ha sido la única que ha apoyado al padre de su nieto tras su ruptura sentimental en el programa, sorprendiendo a sus propios compañeros.