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Aunque el confinamiento haya paralizado el mundo, la pequeña Lola, hija de Toñi Moreno, sigue creciendo y alegrando el día a día de su madre. "Yo creo que es lo mejor que he hecho en la vida. Hoy es el primer día que se ha reído a carcajadas y ahora mismo no me cambio por nadie", ha compartido la presentadora en un directo de Instagram con el periodista Ricky García. Además de este feliz e irrepetible momento, ha querido hablar sobre la realidad, no siempre tan bonita, de la maternidad a su edad. También de aquellas decisiones que tomó hace solo unos meses y que ahora cambiaría, han salido a la palestra: "Yo decidí no darle el pecho porque, entre otras cosas, he pasado un embarazo... estoy escribiendo un libro sobre eso para contar la realidad del cuento de lo que es embarazarse con 46 años".
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"Y estaba muy cansada, acabé muy cansada, agotada... hay gente que ha tenido un embarazo estupendo, pero yo he tenido uno achacoso. Entonces pensé 'necesito recuperarme yo para estar bien para ella'. Eso y que tenía que trabajar, no sé si bien o mal, no sé si soy buena o mala madre, pero decidí no darle el pecho", confesaba Toñi en sus declaraciones. Sin embargo, admite que si hubiera sabido lo que iba a venir solo un mes y medio después del nacimiento de Lola, quizás hubiera llegado a una resolución diferente. Sin embargo, ella crece perfectamente y no tiene ningún problema, de hecho, probablemente la pequeña esté feliz por poder pasar todo este tiempo con su madre: "Está sanísima. Hoy la he llevado a la farmacia, la he pesado y está enorme, es impresionante". El vínculo entre ellas se fortalece cada día, ya que están juntas 24 horas al día.
Toñi ha recordado los peores momentos de su embarazo, cuando pese a sus molestias estaba haciendo tres programas al mismo tiempo. "Yo había momentos que, vamos, lo pasaba fatal", desvelaba, pero ha admitido que eso que dicen de que cuando le ves la cara a tu bebé se te olvida es una verdad total. Esta parte de la historia ya la había compartido previamente, puesto que nada más ser madre atravesó diferentes oleadas de emociones que nunca se guardó para sí: "No me siento ni guapa ni bien, pero cuando veo a mi niña se me olvida todo, aunque el efecto no es inmediato", decía en marzo.
La comunicadora ha dejado claro varias veces que no se había quedado embarazada antes porque "nunca veía el momento" y aunque llevaba trabajando desde los 14 años no fue hasta hace tres cuando consiguió tener una estabilidad. "Ahora, a mis 46 es cuando he visto el momento de ser madre, pues después de mi baja por maternidad sabía que tendría un sitio al que volver", admitía Toñi, quien firmó hace tres años un contrato con Mediaset. "Yo soy una familia monoparental, solo mi niña y yo", confirmaba, por lo que la inestabilidad económica era lo que más le preocupaba.
- Toñi Moreno se pone en manos de una psicóloga: 'Tengo sensación de asfixia'
En los últimos días, la presentadora de Mujeres, hombres y viceversa está aprovechando al máximo las salidas que el Gobierno ha permitido para dar paseos con su hija, que apenas tiene cuatro meses, y seguramente le sirvan de bálsamo para aliviar la angustia, que como a mucha gente, le produce el confinamiento. Ella misma se sinceraba en su canal de Mtmad sobre cómo la depresión postparto se ha visto agravada por las medidas derivadas del estado de alarma. "De ánimo estoy bien, pero tengo sensación de asfixia", reconocía a sus seguidores a los que ha informado de que se ha puesto en manos de una psicóloga, lo que le ha llevado a hacer un parón y no publicar más vídeos hasta estar totalmente recuperada.