Continúa en todo el mundo, con distintas medidas de precaución eso sí, la alerta sanitaria por coronavirus, que obliga a adoptar determinados hábitos de higiene y prevención. Entre ellos el uso de mascarillas se está convirtiendo en imagen habitual en las calles de todo el mundo, en los paseos con las mascotas o las caminatas en pareja. Es un elemento que utilizan siempre que salen con sus perros Ana de Armas y Ben Affleck, que siguen pasando la cuarentena juntos en Los Ángeles. Ha sido sin duda este el inicio de relación más extraño que habrán tenido, pues no han podido prodigarse en alfombras rojas, viajar a rincones exóticos o disfrutar de restaurantes de lujo. Se conforman con el placer sencillo en el que se convierte una vuelta por el barrio con la persona que amas.
Besos con la mirada
¿Qué ocurre cuando en medio de este rato en pareja aparecen las ganas de demostrar afecto? Ana y Ben han encontrado su particular manera: con mascarilla los besos están descartados, así que se sustituyen por miradas cargadas de sentimiento. Se nota en ese gesto de la actriz cubana, que acaba de celebrar su 32 cumpleaños, cuando clava sus ojos en el artista, al que conoció rodando la película Deep Water. Su relación se ha ido afianzando con el tiempo, desde que una escapada a Cuba y Puerto Rico nos dejara sus instantáneas más románticas. Ahora no disfrutan de la arena de la playa, pero sí de su mutua compañía y los recuerdos de aquellos días.
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Acaban de celebrar una fiesta por el aniversario de la actriz, en la que los globos de colores decoraban el salón, mientras degustaban un delicioso menú en el que no ha faltado tarta de chocolate. ¡Incluso hubo una piñata mexicana! El próximo paso en el noviazgo de la pareja sería que la cubana, que cada vez se está haciendo un hueco mayor en Hollywood gracias a su talento (será la nueva chica Bond y ha sido nominada ya a un Globo de Oro), conociera a los hijos de Ben. De momento, aunque parece que Jennifer Garner, ex del actor, está encantada con Ana, prefiere esperar.