Ha llegado el momento de cortarse la coleta y raparse el resto su pelo. Ana María Aldón logró sacar rédito tras una durísima negociación con Lara Álvarez en el juego de las tentaciones, donde intercambiaron diferentes premios a cambio de sacrificios. Ana María Aldón conseguía tres cocidos por el módico precio de raparse el pelo a 15 milímetros en pleno directo, algo que sucedió gracias al azar, ya que la ruleta determinó el peor de los castigos. La diseñadora no mostró miedo y confirmó que no iba a echarse para atrás: "Mi marido se ha cortado el pelo cortito cortito, mi niño igual, así que yo también. Soy una mujer de palabra". Una afirmación que ha demostrado en la gala de expulsión de Supervivientes, donde con Jorge Javier Vázquez como anfitrión se ha rapado el pelo delante de toda España. Ha sido su querido amigo Jorge el encargado de empezar, cortándola la coleta como si se tratara de su marido.
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"Yo sé que habéis aprovechado mi ausencia para raparos la cabeza, lo habéis hecho porque queríais, pero yo porque necesito comida y energía para ir a pescar", se ha dirigido a Ortega Cano y su hijo pequeño, pero antes de proceder al corte tenía una petición para su defensora de plató: "Gloria, por favor, el día que yo salga de aquí tenme preparada cinco pelucas, tú las eliges a tu gusto". "Cariño, va por ti", ha dicho como últimas palabras antes de que comenzara a gritar por el corte de pelo, que ha sido de toda su coleta. "Pues te voy a decir una cosa, estás guapísima", le ha dicho Jorge Javier Vázquez, aunque la concursante no ha quedado muy convencida.
La organización ha decidido que serían todos sus compañeros los que cortarían su pelo mechón a mechón. Tanto Ivana como Albert Barranco cortaron por la parte de la nuca de su cabello, pero la polémica llegó con Yiya. Ana María se mostró muy enfadada de que su examiga le cortarse por la parte de delante. "No, tú no, que no", insistía la concursante. "Vete ya, a tomar viento fresco", sentenciaba Ana María, muy disgustada con Yiya. A Hugo Sierra, por su parte, le espetó que era "muy bruto" con las tijeras.
Para bien o para mal, ha sido Rocío Flores la encargada de dar el golpe de gracia al pelo de Ana María Aldón. "Pero dadle unas bases o clases o algo, por favor", decía ante los intentos sin éxito de la hija de Antonio David Flores. Repleta de trasquilones y con un pelo cortísimo, así ha acabado la concursante gracias a la mano de Albert Barranco, que ha tenido que salir a ayudar a las dos. "Ana María, no sé por qué la gente de tu edad no se deja el pelo así, estás guapísima, no te echo más de 30 años", decía Jorge Javier Vázquez, emocionando a Aldón: "Gracias, de verdad, tenía ganas de llorar y ahora solo de reír".
El exquisito toque de Barranco ha sorprendido con el resultado final. Un corte de pelo más estiloso de lo que podía parecer en un principio, provocando los halagos de sus compañeros y de la audiencia. La pericia de su amigo con la maquinilla evitó los trasquilones finales, obteniendo un rapado de peluquería. Ana María cumplió con lo prometido, aunque durante las nominaciones se volviera a referir a su defensora de plató: "Gloria, las pelucas, por favor". Un ejemplo del buen humor de la mujer de José Ortega Cano.
La tensión de los días previos
"Es una de las cosas que me faltaban por hacer en mi aventura", decía Ana María Aldón en las horas previas a tener que raparse el pelo. La concursante seguirá el ejemplo de otros aspirantes como María Jesús Ruiz, que quedaron con la nuca prácticamente afeitada en ediciones pasadas. Yiya, por su parte, ya llegó con la cabeza rapada a Supervivientes. Otro de los grandes ejemplos que dejó el concurso fue el de Albert, subcampeón del 2019, al que raparon por error más de la cuenta y que fue recompensado con un pollo asado.