A pesar de que en los últimos días se va suavizando en cierta medida el confinamiento obligado por la alerta sanitaria por coronavirus, hay que seguir las recomendaciones aconsejadas por las autoridades. Más en el caso de las personas consideradas de riesgo, que durante este tiempo han extremado el confinamiento. Es el caso de María Teresa Campos que, conversando con Risto Mejide en el programa Conversaciones en fase zero, explicó cómo está viviendo esta insólita etapa. “Estoy todo lo bien que se puede estar en una situación como esta” confesó desde su residencia, donde la acompaña su hija Terelu. Contó que no tiene contacto con nadie que entre de fuera, pues si viene alguien, ella se marcha a otra zona de su residencia. “Aquí no entra nadie en esta casa. Si entra alguien, yo no lo veo. Yo estoy en la parte de abajo y en el salón”.
Asegura además que se pone guantes cuando hace algunas actividades como jugar a las cartas o al rummy, un juego francés. “Vivimos en el miedo y en el miedo no se puede vivir. El virus se ha apoderado de nosotros y nosotros aún no podemos apoderarnos de él” reflexionó. Recordó la veterana presentadora que al principio del aislamiento sí que hizo alguna compra de maquillaje o de ropa y reconoció que no atraviesa su mejor etapa en lo que se refiere al ánimo. “Me ha cogido débil psicológicamente hablando, porque hay cosas que no se superan ni en un día ni en dos”, unas palabras que podrían hacer referencia a su ruptura con el cómico Edmundo Arrocet, que se conoció el pasado diciembre.
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El dolor de amigos y conocidos
Lamentó la cantidad de víctimas que está dejando la enfermedad, recordando que detrás de un número “hay mucho dolor” y que hay personas cercanas y conocidas que han tenido la desgracia de pasar esta situación. “La gente se está yendo sin posibilidad de despedirse” aseguró, lamentando además que los familiares no tengan la oportunidad tampoco de estar con ellos en estos últimos momentos. “Conozco a alguna persona muy cercana, amigos de mi hija Terelu con los que los domingos suelo venir aquí. A uno de ellos se le ha muerto su padre. Que no puedas verlo ni despedirte. Eso es terrible”. La presentadora confesó que reza y que a veces se encomienda a la beata Petra de San José, aunque tiene claro quiénes son los ángeles de la guarda que velan siempre por ella: “Mis hijas, mi familia y mis hijas”.
En diciembre se conoció, en exclusiva en la revista ¡HOLA!, la ruptura de Edmundo y María Teresa, que mantenían una relación desde 2014. También en las páginas de la revista, la presentadora se manifestó por primera vez al respecto de este trago amargo: “He llorado mucho porque él era mi compañía. Mi amigo, mi amante, mi todo” aclaraba, dejando la puerta cerrada a cualquier posibilidad de reconciliación.