La última reunificación del grupo de robinsones en Supervivientes 2020 está trayendo sorpresas y una de ellas ha sido el inesperado acercamiento entre dos de las concursantes de esta edición. Rocío Flores y Yiya han conseguido mantener una tranquila conversación sin tensiones de por medio, en la que la nieta de Rocío Jurado ha hablado sobre cómo fue su cambio de vida hace siete años cuando se trasladó a vivir con su padre. La charla surgió de forma espontánea mientras que las dos compartían vistas al atardecer junto a Elena Rodríguez y Jorge. "Al poco tiempo de estar con mi padre nos fuimos a Málaga", comenzaba relatando antes de reconocer que debido a las circunstancias este cambio "fue muy duro".
A diferencia de lo que contaba Rocio Flores, Yiya pensaba que su llegada a la ciudad andaluza sería diferente y que amoldarse a su nueva vida habría sido positivo. Pero la realidad era muy distinta: "Me costó una barbaridad adaptarme, nunca me había cambiado de colegio y mis amigos eran los que tenía desde bebé". La concursante se explayaba explicando cómo la diferencia de edad con sus amigos había influido también al ser ella la más pequeña de su grupo. Pero superada esta primera etapa, confesaba que ahora su vida está allí y que en sus planes no entra regresar a la capital. "Solo por irme a Madrid, bajar del tren y ver el tráfico me entra ansiedad".
Aunque a lo largo de estas semanas de concurso ha sido reacia a hablar de ciertos aspectos de su vida, ahora la hija de Antonio David ha sabido expresar sus sentimientos a la perfección, puesto que, además de ser algo natural, lo hizo en la compañía de Yiya, con la que ha tenido más que un sonado encontronazo en Honduras. Sus ataques desde el comienzo del reality le han valido a la exconcursante de Un príncipe para tres princesas una nominación disciplinaria, además de las críticas de sus compañeros y de los colaboradores del programa. Pero Rocio se ha mostrado conciliadora en plena cuenta atrás para que finalice la aventura. "Tenemos caracteres muy diferentes, pero espero que por ambas partes todo vaya a mejor".
Han tenido que pasar dos meses desde el inicio de Supervivientes para que Yiya haya empezado a mostrar una actitud totalmente diferente a la que ha mantenido hasta el momento. La llamada de su padre ya la hizo sacar su lado más sensible, al igual que el mensaje enviado por su novio y que escuchaba en directo el martes, pero el punto de inflexión en ella ha tenido lugar hace unos días cuando no podía evitar emocionarse al ver llorar amargamente a Ivana Icardi mientras hablaba de su ruptura con Hugo Sierra.