Toda recompensa, por pequeña que sea, significa un gran premio en Supervivientes. El hambre, la estrecha convivencia, la escasez de recursos y los conflictos cruzados entre los robinsones son algunos de los desafíos a los que deben enfrentarse día tras día los concursantes en los Cayos Cochinos. De allí saldrá solo un ganador, lo saben, y por ese motivo luchan con todas sus fuerzas para ir superando las pruebas y coger aliento, ya sea en forma de comida, de recursos o de premios de carácter emocional. A esta última categoría pertenece, precisamente, el regalo que se ha puesto en juego en la última prueba de recompensa, que se ha podido ver en directo durante la última gala de Supervivientes: Tierra de Nadie. ¿En qué consistía? Poder recuperar cada uno tres objetos personales de la maleta que hicieron para la aventura y que dejaron atrás cuando pusieron rumbo a la isla.
El reto al que tuvieron que enfrentarse no fue nada sencillo, y forma parte ya de los clásicos del programa. Se trataba de mantenerse en una estructura que cada vez era menos estable, pues los concursantes debían ir quitando apoyos, según lo iba diciendo Lara Álvarez. Hugo salió vencedor del duelo frente a Jorge y Barranco; Elena hizo lo propio contra Rocío e Ivana, y el cara a cara más disputado fue entre Ana María Aldón y Yiya. Finalmente fue esta última quien ganó el juego, algo que dejó completamente destrozada a la mujer de Ortega Cano, que entre lágrimas explicaba que quería recuperar una foto de su familia.
Una vez claros los ganadores, ¿cuáles han sido los tres objetos que cada uno ha elegido de su maleta? Lara Álvarez, tras la prueba, destapaba el equipaje de todos ellos, que estaba formando una montaña y cubierto por una gran tela. Al grito de "3, 2, 1" permitía que los vencedores lo abrieran y escogieran tres objetos entre todas sus pertenecías. Tenían un minuto y lo hicieron frente al resto de compañeros, que frustrados veían la escena sin poder hacer nada.
Hugo lo ha tenido muy claro y ha sacado el neceser para hacerse con varios complementos de aseo personal, mientras que ellas lo han revuelto todo en busca de sus 'tesoros'. La madre de Adara se rompía al ver las fotos de sus seres queridos y escogía, además, unas zapatillas y un bikini "porque se lo llevó el mar, aunque no sé si me va a valer, creo que no", decía. La exconcursante de Un príncipe para tres princesas, por su parte, se hacía con otro traje de baño, un pareo y un collar en el que cada cuenta lleva un nombre, "de un valor incalculable como todo lo que se regala con amor", ha expresado.
Ha sido una recompensa muy emocionante, que ha colocado a los robinsones en un tiovivo de sentimientos encontrados. Ana María Aldón sufrió al verse perdedora, mientras sus compañeros de aventura rebuscaban en sus maletas, al tener que dejar la suya sin abrir sobre la arena y donde estaban las fotos que le hubiera gustado rescatar. "Ya no te queda nada para verles", le animaba Rocío Flores de vuelta al campamento.