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a marques grinon4© Archivo ¡HOLA!

Los marqueses de Griñón que llevaron el título antes que Tamara Falcó

La distinción fue creada para una mujer por la reina Isabel II y ahora, casi 160 años después, regresa a manos de otra


Actualizado 7 de mayo de 2020 - 17:32 CEST

Su padre le dejó el título al que tenía tanto cariño, demostrando el amor que sentía por su hija. Tamara Falcó, tal y como ha podido saber la revista ¡HOLA!, cuyo número de esta semana está a la venta como cada miércoles en tu quiosco habitual, será la VI marquesa de Griñón, un título que fue creado para una mujer por la reina Isabel II de España en 1862 y ahora, casi 160 años después, regresa a manos de otra, pues los anteriores poseedores de tal distinción fueron hombres. ¿Quiénes fueron los predecesores de Tamara en tener el marquesado? Recordemos la historia del marquesado.

María Cristina Fernández de Córdova y Álvarez de las Asturias-Bohourqes, I marquesa de Griñón

La primera marquesa de Griñón fue María Cristina Fernández de Córdova y Álvarez de las Asturias-Bohourqes, que recibió este título creado para ella por la reina Isabel II de España a petición de su padre, el militar Joaquín Fernández de Córdova y Pacheco, VI duque de Arión, X Marqués de Malpica, y IX de Mancera. Era este militar fiel sumiller de Corps de Su Majestad y nieto del Duque de Medinaceli, una posición y herencia que le proporcionaron una cercana relación con la realeza. María Cristina era hija de Joaquín y Encarnación Álvarez de las Asturias-Bohorques y Chacón, y fue bautizada en el palacio real, contando con el propio Fernando VII como testigo. Se casó con Fernando Manuel Ramírez de Haro y Belvís de Moncada, XII conde de Villariezo, pero la pareja no tuvo hijos así que el título del marquesado correspondió a su sobrino Joaquín Fernando Fernández de Córdoba y Osma.

La madre de la primera marquesa de Griñón© Museo de Huesca
La marquesa de Malpica, Encarnación Álvarez de las Asturias-Bohorques y Chacón, madre de la primera marquesa de Griñón, retratada por Valentín Carderera, pintor de cámara de Isabel II (1837) © Foto Fernando Alvira.

Joaquín Fernando Fernández de Córdoba y Osma, abuelo materno de Carlos Falcó, II marqués de Griñón

Los padres de Fernando fueron Fernando Fernández de Córdoba y Álvarez Bohorques, marqués de Povar, y Blanca de Osma y Zabala, hija de los marqueses de la Puente y Sotomayor. Fue además sobrino materno de Cánovas del Castillo (este se casó en segundas nupcias con Joaquina de Osma, que era la hermana de su madre). La carrera de Fernando se orientó a la política y la abogacía. Elegido diputado por Toledo en mayo de 1896 y en abril de 1903, en 1905 fue admitido en el Senado por su calidad de Grande de España. Fue además miembro de la Asamblea Nacional en dos legislaturas (1928 y 1929) en calidad de representante del Estado. Entre sus títulos figuraban el de marqués de Alboloduy, duque de Cánovas del Castillo, marqués de Malpica, de Mancera y de Povar, marqués de Cubas y de Griñón y cinco veces Grande de España. Sus condecoraciones incluían la Gran Cruz de Carlos III, de la Corona de Prusia, de Santa Ana, de Rusia y de Victoria de Inglaterra, además de la Gran Cruz del Mérito Militar y la Medalla del Rif. Además, fue maestrante de Sevilla, vocal de la Diputación de la Grandeza, gentilhombre de Cámara de Su Majestad Alfonso XIII con ejercicio y servidumbre y vicepresidente del Real Automóvil Club de España.

Título marqués de Griñón cedido a Tamara Falcó© tamara_falco
'Gracias Papi por dejarme el legado más bonito que se le puede dejar a una hija: tu amor' escribió Tamara junto a los documentos del título nobiliario y un ejemplar de uno de los libros de su padre

Gonzalo Fernández de Córdoba y Mariátegui, III marqués de Griñón

Se casó con María Luz de Mariátegui y Pérez de Barradas, IV marquesa de Bay, con la que tuvo tres hijos. La distinción pasó a uno de ellos, Gonzalo Fernández de Córdoba y Mariátegui (tío de Carlos Falcó), pero al fallecer este con apenas 20 años en 1934, de nuevo el marquesado de Griñón pasó a manos de su padre (lo tuvo así en dos ocasiones por lo que fue el IV marqués de Griñón también durante un tiempo). En 1955, decidió cederlo a su nieto Carlos Falcó, fruto del matrimonio de su hija Hilda Fernández de Córdoba y Mariátegui, marquesa de Mirabel, condesa de Santa Isabel, condesa de Berantevilla y dama de la reina Victoria Eugenia, y Manuel Falcó y Escandón, duque de Montellano, marqués de Castel Moncayo, marqués de Pons y gentilhombre Grande España con ejercicio y servidumbre del rey Alfonso XIII. Es recordado el duque de Montellano por la gran labor que desarrolló en la protección del patrimonio histórico español y preservación de la naturaleza (creó el Parque de Monfragüe), misión en la que también se involucró su mujer Hilda (dueña del conjunto monumental de Yuste, lo cedió al Estado con ocasión del cuarto centenario de la muerte de Carlos I de España y V de Alemania).

Carlos Falcó y Fernández de Córdoba, V marqués de Griñón

El otro título nobiliario con el que contaba es el marquesado de Castel-Moncayo, que ha heredado ahora su hijo Manuel (lo otorgó en 1682 el monarca Carlos II). Además fue Grande de España, una designación que poseen apenas 400 personas en nuestro país y que, hasta 1984, traía consigo el pasaporte diplomático. Su padre, el duque de Montellano, fue ayudante del rey Alfonso XIII y, dada la vinculación de su familia con la realeza, siempre fue su firme defensor (apoyó al Conde de Barcelona durante el exilio). Esta amistad de don Juan y el duque continuó en sus hijos, don Juan Carlos y Carlos Falcó, que pasó varios veranos en Estoril y estudió en el colegio Las Jarillas con el rey. Entre los compañeros de don Juan Carlos estuvieron por ejemplo Fernando Falcó, marqués de Cubas y hermano de Carlos; Jaime Carvajal y Urquijo, Carlos de Borbón dos Sicilias; Alfredo Gómez Torres; Agustín Carvajal Fernández de Córdoba; Alonso Álvarez de Toledo; Juan José Macaya y José Luis Leal.

Carlos Falcó© Getty Images
Carlos Falcó quiso que su título nobiliario más querido, heredado por rama materna, fuera para su hija Tamara

Pionero de la viticultura y creador de algunos de los mejores vinos de nuestro país, este ingeniero agrónomo por la Universidad de Lovaina (Bélgica) introdujo en nuestro país ciertas variedades de uva modernizando un sector por el que sentía pasión. En Valdepusa, se ubica Dominio de Valdepusa -en Malpica del Tajo-, caldos que cuentan con Denominación de Origen. Su empresa Pagos de Familia Marqués de Griñón -el cariño que tenía a este título se manifiesta en que lo usó para nombrar sus vinos- también se encarga del vino Viñedos del Rincón. Además se dedicó a producir aceituna y aceite de oliva. Tuvo el cargo de presidente del Círculo Español del Lujo Fortuny, cofundador del Club Siglo XXI, vicepresidente de ARCO Bodegas Unidas, presidente de Durius y consejero de la Corporación de Caja Castilla La Mancha, vicepresidente de ARBOR, presidente de Grandes Pagos de Castilla, vicepresidente de la Academia Española de Gastronomía y presidente de la Academia Castellano-Manchega de Gastronomía. También era miembro numerario de las cofradías de vino de Rioja, Penedés, Burdeos, Borgoña y Champagne, presidente de Bacchanalia, la muy noble sociedad de maestros, cosecheros y amantes del vino y presidente de la Alianza de Industrias Culturales y Creativas de Europa. Estuvo casado en cuatro ocasiones y tuvo cinco hijos, Xandra, Manuel, Tamara, Duarte y Aldara.

Todo sobre Xandra, Manuel, Tamara, Duarte y Aldara, los hijos del marqués de Griñón

Tras su fallecimiento, el pasado 20 de marzo a los 83 años, el título de marqués de Griñón pasa, según era su deseo, a su hija Tamara, que se convertirá en la VI marquesa de Griñón, volviendo el título de nuevo a manos de una mujer, 158 años después de su creación.