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En medio de la polémica que está generando la emisión de Rocío, contar la verdad para seguir viva, Rocío Carrasco apareció por primera vez en público la semana pasada para acudir a declarar al juzgado número 3 de Alcobendas.
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Una semana antes, Antonio David Flores había interpuesto una demanda contra su exmujer, en la que la acusa de un supuesto delito de impago de la pensión del menor de sus dos hijos, David, desde el año 2018.
Rocío llegó al tribunal con el semblante serio, del brazo de su abogado, Javier Vasallo, e intentando abrirse paso entre un enjambre de reporteros y un grupo de manifestantes con pancartas en las que se podía leer “stop feminazis”.
Después de declarar ante la jueza encargada de investigar el caso, Verónica Caravantes, Rocío comentó a la salida de los juzgados: “Yo pensé que venía a que me dijeran algo de que ya había depositado los sesenta mil euros de la fianza que debía, pero no era para eso, era para otra cuestión”, aseguró con ironía en referencia a otro contencioso que mantiene con el exguardia civil. “Ya se verá y se resolverá”, añadió la mujer de Fidel Albiac sobre la batalla legal que mantiene con su exmarido. Antonio David reclama ocho mil euros a Rocío Carrasco por no haber abonado, supuestamente, los doscientos euros mensuales estipulados desde hace tres años.
La declaración de Rocío Carrasco se produjo dos días después de que se emitiera el episodio Miedo, de la docuserie que protagoniza. Este nuevo capítulo se centra en lo que sucedió entre ella y su hija, Rocío Flores, el 27 de julio de 2012, día en se vieron por última vez. La hija de Rocío Jurado pidió que se eliminaran once minutos del capítulo, por su crudeza, como medida de protección para su hija. Al enterarse, la propia Rocío Flores pidió públicamente que el capítulo se emitiera íntegro: “Yo quiero escuchar el testimonio completo de mi madre, quiero saber qué es lo que dice, cómo lo dice… Creo que tengo todo el derecho del mundo. (…) Yo no tengo nada que ocultar ni tengo miedo”, dijo la joven en El programa de Ana Rosa.
