La prueba de apnea de Supervivientes es una de las más características y esperadas del concurso, pero el juego de 'la mesa de las tentaciones' ha ido escalando puestos en el escalafón de popularidad de las pruebas del reality por los difíciles desafíos que se proponen a los concursantes. Esto ha ocurrido especialmente desde que en la pasada edición Isabel Pantoja sorprendiera a todos al cortarse parte de su característica melena a cambio de un suculento menú a base de chuletón, alitas de pollo, patatas fritas y refrescos para compartir con sus compañeros . En eso consiste el reto de las tentaciones, en proponer a los concursantes hacer sacrificios a cambio de manjares o de un detalle que anhelen. Los cambios de look de los participantes, tijeras o maquinilla de por medio, suelen ser lo más llamativo de 'la mesa' y han sido varias las concursantes de otras ediciones que han cortado por lo sano con tal de obtener su recompensa. Este año Ana María Aldón y Yiya han sido las elegidas para cambiar su preciada cabellera a cambio de un cocido y un ‘brócoli’, respectivamente.
No es que la superviviente extremeña prefiriera comer verdura, 'brócoli' es como llama a su novio cariñosamente y es así como se le ha escuchado hablar de él a lo largo del concurso. La tentación estaba sobre la mesa: Yiya tenía que renunciar a su peluca, su bien más preciado, durante lo que queda de programa a cambio de un mensaje de su pareja o de un bocadillo de chorizo. La respuesta fue clara: "Ya sabía yo que hoy me iba sin comer". La concursante escuchaba entonces la voz de su chico con una gran sonrisa y sacando de nuevo su lado más sentimental. "No te preocupes por mí, ya lo sabes. Te echo mucho de menos, pero tienes que seguir hasta el final. Te quiero".
Muy emocionada y sin poder articular palabra, la periodista se tapaba la cara en un alarde de timidez precisamente con la camiseta de su novio. Minutos después agradecía la sorpresa con lágrimas en los ojos: "Gracias por haber conseguido esto. No lo hubiera pedido porque sé que a él le gusta su intimidad, pero no me merezco menos porque yo también lo hubiera hecho por él". Y mientras Lara Álvarez la consolaba acertaba a decir que ella también le quiere. "Ha sido tan bonito escucharle", comentaba cogiendo uno delos troncos de brócoli en su honor y haciendo un corazón con sus manos antes de volver con el grupo.
Con "el alma alimentada" como dijo la presentadora asturiana fue como se reunió Yiya con sus compañeros, eso sí, sin su peluca. Luciendo su cabeza rapada será como continuará el concurso y a ella se le unirá el jueves Ana María Aldón, que hará uso de la maquinilla a cambio de disfrutar de un cocido completo. Ambas se unen así a la lista de supervivientes que renunciaron a su imagen por comida. María Jesús Ruiz en la edición de 2018 e Isabel Pantoja y Mónica Hoyos en la de 2019 se cortaron el pelo a cambio de alimentos.