En el año 2010, se estrenó en la pequeña pantalla la serie Gran Reserva. La ficción de Televisión Española contaba la historia de dos sagas vinculadas al mundo del vino: los Cortázar y los Reverte. Las mentiras, las venganzas, la ambición, las traiciones y el amor eran, junto con las bodegas, los ingredientes principales de la producción, en la que Paula Echevarría tuvo uno de sus papeles más importantes. Hace solo unos meses, la actriz ya rememoró esta etapa con sus seguidores y compartió varias imágenes del rodaje. Este martes ha vuelto a ponerse nostálgica aunque su intención era otra bien distinta.
¡Qué recuerdos! Paula Echevarría se reencuentra con sus compañeros de 'Gran Reserva'
En esta ocasión, Paula Echevarría ha querido poner al descubierto uno de los trucos a los que recurría durante la grabación de algunas escenas de Gran Reserva, serie protagonizada por Emilio Gutiérrez Caba, Tristán Ulloa, Armando del Río o Ricard Sales, entre otros muchos. En concreto, las secuencias a las que se refiere la actriz son aquellas en las que tenía que besar al actor Aitor Luna. Y es que este es tan alto -mide casi dos metros- que la influencer lo tenía complicado para que ambos entraran en el mismo plano cuando sus labios se tocaban. La asturiana, cuya altura es de 1,68 metros, ha compartido dos imágenes en las que se aprecia perfectamente ese detalle secreto que hacía parecer a ambos igual de altos.
"@aitorluna1 además de guapo y un payaso en el mejor de los sentidos de la palabra es muy alto... Así que cuando éramos pareja en #GranReserva a veces utilizaban trucos para que entráramos los dos en plano...", comienza diciendo la actriz, antes de mostrar la siguiente fotografía, en la que aparece abrazando al intérprete mientras permanece subida a un cajón de madera. El secreto de secuencias como esta ha quedado, pues, al descubierto gracias a Paula Echevarría.
Yon González y Aitor Luna, hermanos en la vida real y rivales en la pequeña pantalla
Además de rebuscar en su particular baúl de los recuerdos, este confinamiento está permitiendo a la actriz no solo ver películas y series con su hija, sino también practicar ejercicio y disfrutar de las elaboraciones culinarias de su novio, el futbolista Miguel Torres. Por el momento, y tal y como reconoció a HOLA.com hace un par de semanas, está llevando bastante bien la situación, aunque eso no le impide echar de menos a su familia y a sus amigos.