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El destino es caprichoso e incluso en los peores momentos puede aparecer un pequeño rayo de esperanza. Ainhoa Arteta ha sido testigo y también coprotagonista de una de esas historias que nos hacen tener fe en los sueños y que comienza con un mal diagnóstico. Brian, un joven aspirante a cantante de ópera de 19 años, llevaba solo 7 meses en España cuando contrajo el coronavirus, motivo por el que tuvo que ser atendido en el hospital de campaña que se puso en marcha en Ifema, Madrid. Fue allí donde arrancó un emotivo encuentro que cambiaría su vida. "En España tengo amigos y tengo una prima que vive en Rivas, pero les di el contacto de mi maestra para que la llamaran a ella” contó Brian en el programa de Ana Rosa Quintana, refiriéndose a la artista Ainhoa Arteta. No ha tomado clases con ella, ni siquiera la conoce en persona, pero asistió a algunos cursos que esta dio en La Habana y desde entonces siempre tuvo ganas de aprender de su experiencia.
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“Encontré una enfermera que trabajó con ella en Tosca y le mandamos un vídeo por Whatsapp". La sorpresa vino cuando la propia Arteta respondió a su mensaje. "Entonces ella me mandó otro vídeo y me dijo que estuviera tranquilo que me iba a apoyar. Que yo tenía una mamá española". Estaba Brian contando esta historia cuando se unió la propia Ainhoa a la llamada virtual, emocionando hasta las lágrimas al joven artista. "Brian no llores, tranquilo", dijo la cantante, que narró de nuevo lo ocurrido. "Todavía no nos hemos visto físicamente, él contacto conmigo por Facebook, me produjo mucha ternura que con esos años se hubiera venido a España con una mano delante y otra detrás", aseguró Arteta. Continuó agradeciendo la ayuda de todos los que se volcaron con Brian. “Me siento muy orgullosa por cómo le han ayudado. Ha pasado una situación muy complicada”. Explicó además que no sabía que su regidora en la citada ópera era enfermera. Doble sorpresa.
Cantaba para pacientes y doctores
El joven cubano aseguró que estaba trabajando en nuestro país hasta que el virus “le dejó sin nada” y que su esperanza cuando llegó, dejando a su familia para perseguir un sueño, era estudiar canto. “Mi sueño desde que llegue a España se multiplicó, yo vine aquí a estudiar y a trabajar y me gustaría reunirme con toda mi familia y, si se puede, comenzar mi carrera como cantante lírico". Un objetivo en el que ya ha demostrado su talento, cantando para el personal y los pacientes que había en el recinto ferial. “Cantaba para los pacientes y los que nos cuidaban. La música tiene el poder de hacer muchas cosas, la música crea felicidad en las personas". Ainhoa se mostró dispuesta a ayudarle cuando la alerta sanitaria se relaje. "Estoy deseando darle clases, sobre todo, para orientarle porque es muy joven y tiene una voz preciosa. Me gustaría prepararle para que haga una buena audición y que se pudiera encaminar de una manera estupenda".
La dura confesión de Ainhoa Arteta
Quiso finalizar esta intervención la soprano enviando un cariñoso y sentido mensaje para todos los que están poniendo su granito de arena en la gestión de esta pandemia. “Gracias a todos los seres anónimos que han dejado sus locales, sus pisos, para poder ayudar a mucha gente. Todo lo que se pueda hacer para arreglar esta situación y sobre todo alegrar las almas, que en esta situación son las que más se están entristeciendo, hay que hacerlo" concluyó.