A pesar de que las medidas de confinamiento han retrasado el lanzamiento del nuevo disco de Conchita, uno de sus temas, que estrenó el pasado 17 de abril, ha dejado sin palabras a sus seguidores. El viaje es la canción más personal e íntima de la cantautora y va dirigida a su bebé, que llegó al mundo de forma prematura y supuso para su madre una dura experiencia sobre la que se ha sincerado. La intérprete de La guapa de la fiesta se ha abierto en canal en una entrevista con La Vanguardia en la que cuenta el infierno que vivió en 2018 cuando, embarazada de su primer hijo, le diagnosticaron preeclampsia severa en el séptimo mes de gestación.
"Yo no sabía ni lo que era", confesaba Conchita sobre una afección que, asegura, padece una de cada doce embarazadas. Se trata de una complicación que se produce por tener la presión arterial demasiado alta y que puede afectar a otros órganos, como el hígado o los riñones. A pesar de haber llevado un embarazo normal "más o menos hasta el sexto mes", los médicos le comunicaron que no había más opción que provocar el parto. Fue entonces cuando comenzó el complicado viaje de la maternidad que, para Conchita, ha tenido más baches de los habituales.
"Conocí al bebé más tarde", explicaba, ya que tras dar a luz a su hijo, la cantautora estuvo una semana en la UCI en la que pasó tres días en coma. Después de ver por fin la carita del pequeño, aún estaba lejos de volver con él a casa. La sala de neonatos fue, en cambio, el primer hogar de su niño, donde pasó 53 días. Allí, Conchita creó un vinculo imborrable con otros padres que se encontraban en circunstancias similares. "Al final ya te preocupabas por todos. Se creó una energía muy bonta en esa habitación", decía en referencia a la sala de espera en la que ella y su pareja, el productor musical Pablo Cebrián, esperaban noticias de su pequeño.
Finalmente, la pesadilla terminó y la familia pudo disfrutar en su hogar de su bebé, que ya es un precioso niño de dos años perfectamente sano. “Cuando volvimos a casa, un día que el bebé lloraba mucho empecé a contarle qué es lo que le esperaba fuera, así que al día siguiente pensé trasladar ese mensaje en una canción dedicada a todos los niños luchadores como él". Con la dulzura característica de su voz, le canta todo lo que espera cuando crezca, lo bueno y lo malo y para ilustrar tan emotivo tema, ha tenido un detalle con esos compañeros de sala de espera de los que no se olvida. El videoclip es tan personal como la canción y lo ha elaborado la propia Conchita con imágenes de todos aquellos niños que compartieron sala de neonatos con su "pichón", como llama a su hijo cariñosamente. La acogida no ha podido ser mejor. "Me están llegando mensajes muy emotivos de padres, madres e incluso de personas que no tienen hijos", contaba emocionada.