Inés Ballester sabe lo que es luchar y no se rinde. Su último testimonio resulta estremecedor. La periodista ha compartido los díficiles momentos que ha vivido durante los 21 días que ha permanecido ingresada en un hospital con una neumonia bilateral severa. La presentadora ha hablado para el diario El país sobre su lucha contra el coronavirus que, afortunadamente, ha logrado vencer. Ballester ya está en casa, aunque reconoce que aún tiene miedo y sufre pesadillas por todo lo ocurrido.
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 8 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
Inés, que se enfrentó hace ocho años a un cáncer de mama, asegura que la experiencia con el Covid-19 ha sido infinitamente peor: "Para mí el virus ha sido peor que el cáncer. Con el cáncer sabes que te puedes morir, pero no sentí dolor ni soledad y sí el calor de los míos y de muchas personas que lo han pasado. Tuve médicos que sabían lo que hacían y eso me daba seguridad y tranquilidad. Lo peor de este virus es la soledad. Ahora estoy muy flojita. Se me pasará, pero esto me ha tocado mucho", señala.
Pese a los largos días de enfermedad, la que fuera presentadora de Amigas y conocidas confiesa que aún le queda camino para recuperarse por completo. "Los pulmones no están del todo bien. Hago yoga online, psicóloga online, tomo un vino con las amigas después de los aplausos online, todo online, con lo callejera y lo tocona que yo soy. Estoy rara".
Ballester trata de concienciar con su testimonio a la sociedad y afirma que ha pasado por momentos muy duros: "Cuidaos mucho, porque sé lo mal que se pasa. No os expongáis, no vale la pena hacer el tonto"". Antes de ponerse mala, ella informaba del confinamiento, pero asegura "he oído poco hablar de lo mal que se pasa. Yo me fui encontrando no mal, fatal. Perdí las zapatillas y por no agacharme fui descalza. La pesadilla de ducharte con el gotero y el oxígeno. Todo era una montaña horrorosa de cosas que me sentía incapaz de hacer. Fue en las primeras semanas. El mío, y todos, eran hospitales de campaña. Los sanitarios se han dejado la vida, pero el enfermo se siente solo. Son momentos muy duros en todos los sentidos. De dolor físico, de soledad, de depresión, de miedo".
-El romántico paseo de Inés Ballester por San Sebastián
La presentadora ha hecho hincapié en que tal era el dolor que ha padecido que en alguna ocasión pensó en su muerte: "Un día, me querían poner una máscara que parecía una escafandra y que durmiera boca abajo. Cómo estaría que dije ‘mira, me muero, me da igual’"
Su sueño ahora es "que se acabe esta pesadilla". "Cuando salí del hospital, como se supone que soy inmune, pedí ser voluntaria para hacer compañía a personas mayores que estén solas. Me cabrea y me parte el alma lo que está pasando con ellos", concluye la presentadora de Castellón que, si todo va bien, volverá en junio a presentar el magazine Está pasando, de Telemadrid.