Las tardes en Sálvame son siempre una sorpresa y, aunque no es la primera vez que se meten de lleno a ejercer de peluqueros, en esta ocasión la cosa ha ido un paso más allá. Ante la imperante necesidad de Lydia Lozano de hacerse sus características mechas, tal y como bromeaban en el programa, han conseguido que un profesional, Manuel Zamorano, acudiera al plató para arreglarle las raíces y un trasquilón que la periodista admitía haberse hecho en un momento de desesperación por el confinamiento. Mientras a ella le hacían su correspondiente rutina, en la que se incluía también lavado con masaje, el espacio continuaba hablando sobre el tema de la semana: Alfonso Merlos, Marta López y Alexia Rivas.
Durante la emisión de Sálvame este jueves, han conectado con Paloma Zorrilla, abogada y amiga de Alfonso Merlos, para hablar sobre la situación. Carlota Corredera, que estaba al frente del programa en esta ocasión, hacía algunas preguntas sobre la situación laboral del protagonista de la historia, pero Lydia Lozano, que estaba a un lado del plató con la cabeza cubierta de papel de plata, también quería intervenir en la entrevista. La situación en la que se encontraba no le impedía a la periodista el participar y, pese a tener prácticamente toda la cara tapada entre la mascarilla y el pelo lleno de producto ante los ojos, hacía sus preguntas.
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Desde la realización del programa no podían evitar reírse, añadiendo sonidos robóticos y dificultando las cosas aún más para Lydia, que también se partía de risa debajo de toda la parafernalia. Por su parte, al otro lado de la pantalla estaba Paloma que también tenía un invitado sorpresa en cámara. Se trataba de su perrito, que no dudaba en subirse por su espalda y encontrar su sitio en el enfoque, mientras que su dueña sonreía y le disculpaba por su ánimo de protagonismo.
Al final del programa llegaba el momento de presentar el resultado de Lydia, que se veía por primera vez en pantalla con el nuevo peinado. En un primer momento, antes de la revelación, ella se quejaba porque consideraba que Zamarano se había pasado cortando, pero finalmente se mostraba encantada con su imagen renovada. A pesar de que Amor Romeira quería provocar un desencuentro entre la periodista y su compañera, María Patiño, al comparar sus cortes de pelo, estas no se han dejado y han terminado el espacio entre sonrisas y bailando al son de Yo no me escondo de OBK, que según ellos es de las favoritas de Alfonso Merlos.