El equipo de 'los siervos' en Supervivientes no lleva buenas semanas. Ubicados en la playa más austera, sin fuego y con la pérdida de los tres objetos vitales (la lona, el machete y las gafas de buceo) 'sustraídos' por Avilés, la moral de Hugo, Elena, Jorge y Yiya está por los suelos. Quien más está acusando esta nueva situación es el ganador de Gran Hermano Revolution. Todos estos problemas se han añadido a su estado anímico, cada vez más bajo, principalmente por la preocupación que le acarrea no recordar la cara de su hijo. Pero además una nueva discusión con su exsuegra y la separación física de Ivana también le está pasando factura. En la última semana se le ha visto triste permaneciendo la mayor parte del tiempo tumbado en la esterilla, sin participar en la convivencia.
La organización del reality ha querido que la única pareja de esta edición mantuviera un encuentro después tras el bache sentimental que han atravesado. Pero lo que parecía que animaría al concursante, acabó con un nuevo enfrentamiento en la isla, puesto que justo en ese momento en el que no estaba en la playa, sus compañeros hicieron el reparto de comida para el almuerzo, sin contar con Hugo, algo que no le sentó nada bien y no tardó en estallar. "¿Me dejaron sin comer?", preguntaba exhausto.
En esta ocasión, Jorge intentó calmar las aguas y mediar entre su compañero y Yiya, quien se había encargado de distribuir las raciones de cada superviviente: "decidieron por mayoría que como comías, te dejaban la porción de la cena". Pero a Hugo no le bastaron las explicaciones de su grupo en Honduras y dejó claro que quería la misma parte que el resto: "lo que falta lo quiero mañana".
Este no es el primer incidente que protagoniza Hugo con la comida en Supervivientes. El más reciente tuvo lugar hace una semana cuando Jorge recibía una tarta por su 37 cumpleaños, que decidió compartir con Elena y con Nyno. El ex de Adara Molinero se mostró muy molesto y le acusó de no ser solidario al haber comido su porción de coco del desayuno, a sabiendas de que recibiría un pastel de celebración.