José Antonio Avilés ha vuelto a ser protagonista de una nueva discusión en los Cayos Cochinos. El colaborador de Viva la vida se ha ganado a pulso la enemistad de prácticamente todos sus compañeros de concurso, que día tras día se ven envueltos en sus constantes ataques. No obstante, en esta ocasión sus comentarios no han sido los detonantes del inicio de la guerra en Supervivientes. Esta semana ha sido designado el encargado de hacer la comida, aunque el resto de robinsones no se fían tan de él y están constantemente pendientes de lo que hace.
Y poco tardó en estallar esta nueva situación en 'la cocina'. Mientras Avilés preparaba unos espetos, tuvo un 'descuido' y parte del manjar se cayó al fuego. Algo que no sentó nada bien a Albert Barranco, pues justo esa porción le correspondía a él. "Yo no me voy a comer el reventado que está todo quemado", se quejaba el extronista de Mujeres y Hombres y Viceversa cuando su compañero le ofreció la comida chamuscada. "Venga, pues cómete tu ese. No te preocupes. Que reventado no está. Lo que está quemada es la piel. Pero que a ti te gusta lo bueno y el jamón de bellota, ¿no?", se quejaba el chef tras la apreciación de Barranco, que no entendía por qué si se le había quemado uno de los peces, no se lo cambiaba por uno de los que iba a comerse él. "Si yo estoy cocinando y se me cae uno, ese me lo quedo yo", decía enfadado. "Mira, aquí se nos han caído cosas y nos hemos fastidiado, así que no me toques las narices", contestaba el periodista de mala manera.
Pero no solo quedó ahí, la forma de cocinar del nuevo chef de la isla también generó discusión, puesto que estaba asándolos en las ascuas del fuego, en lugar de tener una llama contundente. "Con ese fuego ni se hace el pescado ni se hace nada. Vamos a comer a la hora de la cena", apuntaba Ana María Aldón. Después de avivar las brasas, la comida terminó de hacerse, pero no tenía el punto de cocción adecuado. "Están muy hechos. Están hechos como que están tiesos", decían la diseñadora y Rocío Flores mientras valoraban el plato que les habían servido. "El problema que tiene Avilés es que cuando tiene que hacer cosas que no son discutir no le pone ganas ni empeño y esto no lo ha hecho con ganas y punto", aportaba Barranco entonces.
El tertuliano reconocía más tarde su error ante las cámaras, aunque continuó manteniendo que Barranco era un sibarita con la comida y que el pescado se podía comer perfectamente: "A ver, que no se ha quemado, solo se ha chamuscado un poquito la cola. Hacer el espeto en las ascuas es muy sencillo. ¿Qué ha pasado? Que el fuego está a 45ºC al sol y no hay sombra y en uno de mis despistes, que voy a la sombrita y que vuelvo, pues uno se ha caído al fuego, hijo mío. Y mira tú por dónde, el espeto se ha tostado demasiado".