Después de la tempestad viene la calma y en casa de Georgina Rodríguez y Cristiano Ronaldo después de las carreras, las intensas sentadillas, las flexiones de infarto y todo tipo de ejercicios que dejarían KO al más común de los mortales, llega el momento de relajarse. Los duros entrenamientos con los que la pareja moldea su cuerpo también tienen su recompensa y llega en forma de una relajante sesión de sofá, ropa cómoda y masajes en los píes. ¡Así sí merece la pena el esfuerzo!
Cristiano Ronaldo se pone en forma con sus mejores entrenadores: sus hijos
Si poco antes Georgina deleitaba a sus seguidores con unas imágenes de su rutina deportiva haciendo unas sentadillas de infarto con pesas en los tobillos, después demostraba que no todo es sufrimiento, al compartir el momento más ansiado de los menos amantes del gimnasio: la relajación. "Recovery time" (Tiempo de recuperación), escribía la oscense sobre una bella estampa que no transmite más que paz tranquilidad y cariño en la que los dos descansan en el sofá con un atuendo muy cómodo e informal. Mientras Cristiano, que no descuida su entrenamiento pese al parón obligado, contempla su movil absorto y relajado, Georgina le masajea los pies con un aparato pensado para tal fin.
¿Quién es el pato y quién la gacela? El divertido entrenamiento de Georgina y Cristiano
Georgina y Cristiano se encuentran en Madeira, la tierra natal del futbolista, pasando el confinamiento con sus niños. A pesar de los inconvenientes que provocan la restricciones derivadas del estado de alarma también en Portugal, el jugador de la Juventus de Turín también está disfrutando de esta forzosa vuelta temporal a sus raíces. Así lo demostraba recientemente, posando junto a un enorme mural de una preciosa panorámica nocturna de la isla. "Never forget where su came from. Home Sweet Home" (Nunca olvides de dónde vienes. Hogar dulce hogar", compartía Ronaldo con sus seguidores desde su retiro en la isla, donde además de cultivar su cuerpo, también ha decidido hacer suyo el dicho: Mens sana in corpore sano anunciando que es momento de estudiar.
La pareja llegó a la isla lusa para iniciar la cuarentena después de que un compañero de equipo de Cristiano diese positivo por coronavirus. Entonces, se instalaron en el lujoso apartamento que el delantero posee en la capital, Funchal, donde pasaron unas semanas con su madre, que se recuperaba con éxito de un ictus que sufrió a principios de marzo, y sus hermanas, con sus respectivas familias. Sin embargo, la vivienda se les acabó quedando pequeña y decidieron mudarse temporalmente a una exclusiva villa más grande a unos 30 kilómetros de la ciudad, donde disponen de espacio y zonas verdes para que los niños jueguen y los mayores puedan disfrutar de zonas adecuadas para hacer deporte.