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rocio flores© Mediaset

Rocío Flores y Ana María Aldón, más unidas que nunca en la prueba de calificación

La relación entre la hija de Antonio David Flores y la mujer de José Ortega Cano parece mejorar con el paso de los días


Actualizado 23 de abril de 2020 - 17:28 CEST

Tras la última distribución de equipos, Rocío Flores y Ana Maria Aldón se han reencontrado. Desde que conviven juntas en la isla, se han mostrado más unidas que nunca tratando de olvidar los malentendidos que han tenido desde su llegada a Supervivientes. Tanto la diseñadora como la hija de Antonio David Flores parecen haber hecho borrón y cuenta nueva, y no hay día que no se las vea juntas evidenciando complicidad. Así lo han demostrado en la última prueba de calificación, donde los concursantes han tenido que clasificar a sus compañeros según quiénes consideren que sean mejores o peores haciendo las tareas de la isla. A pesar de las múltiples diferencias que han tenido en el pasado, la complicidad que existe a día de hoy entre la mujer de José Ortega Cano y la nieta de Rocío Jurado es tal, que no han podido evitar estar de acuerdo en cada una de las respuestas, muestra de que sus polémicas rencillas ya son cosa del pasado.

Ana María Aldón en Supervivientes© Mediaset
La buena relación que parece haber entre Ana María Aldón y Rocío Flores se ha hecho evidente en la prueba de calificación, donde ambas supervivientes han manifestado complicidad en todo momento

Como líder de los mortales, Ivana ha sido la encargada de colocar los nombres de sus compañeros en los espacios asignados según quién sea mejor o peor en las diversas tareas que los concursantes han de realizar para su supervivencia en la isla, como pescar, cocinar o ir a por caracolas. Una prueba en la que, a diferencia del equipo de los siervos, los mortales han hecho gala de su unidad como grupo, clasificando a sus compañeros de manera consensuada. Durante el juego, Rocío y Ana María no han podido evitar manifestar la buena relación que hay entre ellas, mostrándose de acuerdo en prácticamente casi todas las respuestas, incluso cuando la empresaria gaditana ha dicho que a pesar de ser la mejor recogiendo caracolas, la hija de Rocío Carrasco es un desastre en la pesca.

Lara Álvarez e Ivana en Supervivientes© Mediaset
Rocío y Ana María no han podido evitar mostrar la buena relación que hay entre ellas, mostrándose de acuerdo en prácticamente casi todas las respuestas, incluso cuando la empresaria gaditana ha dicho que, a pesar de ser la mejor recogiendo caracolas, la hija de Rocío Carrasco es un desastre en la pesca.

"Estoy de acuerdo con el ranking porque soy la peor pescando y eso es una realidad", ha comentado Rocío en los totales confirmando las palabras de su compañera, con quien ha mostrado tener una gran confianza en los últimos días. "Estoy convencida de que ahora Ana María va a poner todo su empeño en enseñarme a pescar", terminó por añadir, haciendo referencia a la clasificación de la prueba en la que Ana María se coronó como la mejor pescadora. Un atributo del que la propia diseñadora se siente muy orgullosa y se ha ganado a base de esfuerzo y tesón.

Ana María Aldón, José Antonio Avilés, Ivana, Barranco, Rocío Flores, el equipo de los mortales, en Supervivientes© Mediaset
En la prueba de calificación, a diferencia de los siervos, los mortales han hecho gala de unidad como grupo, clasificando a sus compañeros de manera consensuada

Las palabras de Rocío Flores demuestran que la convivencia junto a la modista les ha servido para acercar posturas y dejar a un lado los malentendidos que tuvieron al comienzo del programa. Una polémica relación que ha traspasado las fronteras de Honduras y se ha convertido en tema de debate, tanto dentro como fuera del reality. Desde entonces, la diseñadora ha estado en el punto de mira de todos, y su actitud ha sido cuestionada por la falta de apoyo a Rocío en sus enfrentamientos con Yiya y Antonio Pavón. Aunque la superviviente de 23 años estaba decepcionada con la mujer de su 'abuelo' por no haberla defendido, parece que su convivencia en Cayo Paloma ha hecho que sus problemas sean ya cosa del pasado, dándose una segunda oportunidad.