Aunque Rocío Flores y José Antonio Avilés han dado por finalizada su amistad, los supervivientes deben convivir y colaborar en las tareas de Cayo Paloma. Tras el último programa del pasado domingo 21 de abril de Tierra de nadie, cada concursante tiene una tarea asignada por haber sido el peor en hacerla, según el resto de sus compañeros. Así, el periodista y la hija de Antonio David Flores deben acudir juntos a por leña hasta el próximo jueves 23. El colaborador de Viva la vida se levantó con la obsesión de conseguir un gran tronco atrapado en plena pendiente y hasta que no lo consiguió, no paró. Para ello necesitó la ayuda de su examiga, que también puso de su parte para lograrlo y que acabó provocándole un vahído. La nieta de Rocío Jurado tuvo que tumbarse muy mareada y descansar de su sobreesfuerzo.
-Rocío Flores rompe definitivamente su amistad con José Antonio Avilés
"No sé cómo bajar esto", expresaba Avilés mientras intentaba sacar el tronco de la pendiente. "¿Me puedes ayudar a subir y así juntos lo llevamos abajo?", preguntaba Flores mientras subía poco a poco a la misma altura de su compañero. "Hay que tener cuidado, agárrate bien", pedía el colaborador para que la superviviente no se dañara. "Hay que hacer palanca y tirar, pero quítate de ahí que me da miedo hacerte daño", añadía. Aunque la persistencia del periodista era infinita, Rocío no veía que las ramas se movieran mucho y aseguraba que lo que quería hacer era una locura. Al rescate aparecía Ivana, que desde la arena se preguntaba qué estaban haciendo sus compañeros mientras les acercaba el machete para que pudieran cortar su ansiada madera. En algunos momentos, la nieta de Rocío Jurado temía por su vida. "Como esto se parta, me mato", decía asustada.
Tras su insistencía, José Antonio Avilés lograba partir el tronco y avisaba a su compañera que se quitara. "Si lo dejo no puedes solo, no seas bruto. Eres un ansias", explicaba ella. "No es por eso Rocío, pero si arrastro esto y tiro te llevo por delante", comentaba él. Finalmente ambos lo han conseguido llevar hasta la playa y el colaborador ha asegurado que les ha costado casi tanto "como la obra de El Escorial". "Nos ha costado mucho trabajo, más trabajo que los reyes Magos el 5 de enero por la noche", bromeaba Avilés. La que no terminó para muchas bromas fue Rocío que, tras ayudar a su compañero y examigo, se sintió indispuesta y se tuvo que tumbar en la esterilla. "Tengo ganas de llorar, te lo juro", le confesaba a Barranco visiblemente afectada.