Supervivientes 2020 ha vuelto a contactar a sus robinsones con sus seres queridos. Y esta semana ha sido el turno, entre otros, de Ivana Icardi. Tras conseguir superar un reto en el que tenían que encontrar unas llaves, esta abría el cofre gracias al que podía recibir la llamada de su madre, Analía Rivero. Muy emocionada, la concursante no pudo evitar las lágrimas al ver a su progenitora, que solo tuvo palabras de ánimo y positivismo para su hija. Pero la hermana de Mauro Icardi estaba ansiosa por saber qué opinión tiene sobre su relación con Hugo Sierra. Analía fue clara al respecto: "Si tú eres feliz, yo soy feliz. No me meto en la vida de mis hijos", respondía sin dejar de sonreir, aunque Ivana no estaba del todo segura de la contestación de su madre. En la anterior llamada, cuyo mensaje le transmitió su chico hace unas semanas, este le comentó la seriedad con la que habían hablado, preocupado al pensar que no estaba de acuerdo con su historia de amor.
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Nada más lejos de la realidad, con su aprobación Ivana se quedó tranquila, aunque quiso explicar la razón de la pregunta: "Eso es lo que dije yo, pero como es la primera vez que estoy con alguien tan mayor". Y de ahí continuó hablando, bromeando incluso a este respecto sobre la diferencia de edad que tiene con su novio. "Os voy a tener que llevar al geriátrico juntos, a ver si me hacen un dos por uno", decía esbozando una carcajada y provocando la risa de su madre.
Aunque la relación de ambos robinsones no tardó en comenzar, durante las primeras semanas Ivana sí manifestó sus dudas precisamente al referirse a la edad de Hugo, 20 años mayor que ella, y a cómo estaría viendo su historia desde fuera toda su familia, pero principalmente le intrigaba saber qué pensaba su madre. Yiya fue la confesora de su compañera a su llegada a la playa de los desterrados: "No puedes permitirte el lujo de no vivirlo. Si tu madre te ve la mitad de feliz que te veo yo...". Entonces Ivana le explicaba a su amiga cuál sería la reacción en su casa: "Ni me va a juzgar, ni me va a decir nada”. Y así ha sido.
Analía es un pilar fundamental en la vida de Ivana y del resto de sus hijos. A pesar del duro enfrentamiento que vive la superviviente con su hermano Mauro, delantero del Inter de Milán, su progenitora ha intentado mantenerse al margen del conflicto públicamente, hasta que hace unos días, en Viva la vida, explicó cómo es su relación con el futbolista. "Tiene su vida en Italia independiente de la que tenemos nosotros. La relación conmigo es la de la madre que vive lejos", zanjaba.