Una buena noticia: Lucio Blázquez, propietario del emblemático restaurante madrileño Casa Lucio, ha sido dado de alta después de estar ingresado en la UCI por COVID-19. El empresario ha estado en las últimas semanas en el hospital Fundación Jiménez Díaz, en Madrid, a causa de una neumonía y con síntomas de coronavirus, y ha conseguido recuperarse de la enfermedad y volver a su casa, tal y como ha podido saber ¡HOLA! en primicia. Hace casi dos meses él y su familia daban el último adiós a su esposa, María del Carmen García, con la que llevaba 59 años casado y era madre de sus tres hijos, Fernando, Carmen y Javier, que como él han seguido sus pasos en la hostelería.
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 8 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
El empresario, de 87 años, ya pasó por la Unidad de Cuidados Intensivos hace más de una década cuando superó con éxito un infarto. En 2008 Lucio tuvo que ser atendido en el hospital de San Juan (Alicante), donde permaneció hasta su completa recuperación acompañado por su mujer. Por aquel entonces, declaraba a las páginas de la revista ¡HOLA!: "Llevamos cuarenta y siete años casados y estamos tan enamorados como el primer día. Pobrecita, el susto que se llevó cuando perdí el conocimiento. La tuvieron que atender también a ella por una crisis nerviosa".
Dueño de uno de los restaurantes más populares de la capital española, siempre ha sido muy discreto con su vida privada, a pesar de codearse frecuentemente con personalidades de todo el mundo, que no se querían perder uno de los platos estrella de Casa Lucio: los huevos rotos. Desde el rey Juan Carlos al expresidente de Estados Unidos Bill Clinton, pasando por Tom Cruise, se han sentado en su "salón". Este tabernero, como le gusta que le llamen, llegó a Madrid procedente de Serranillos, Ávila, con doce años recién cumplidos. Lucio comenzó a trabajar en el centenario Mesón El Segoviano, situado en el Madrid de los Austrias, espacio que, posteriormente, reformaría, convirtiéndose, en 1974, en la actual Casa Lucio. Además, la empresa familiar amplió el negocio con el restaurante Viejo Madrid, El Landó y La Taberna de los Huevos de Lucio.
Por fin recuperado de la enfermedad que ha paralizado al mundo, Lucio podrá volver a su casa y continuar la mejoría para poder seguir detrás del negocio, que tan querido es en Madrid, cuando este pueda volver a abrir. El pasado año presentó sus memorias en el Wanda Metropolitano, donde le hicieron un homenaje por su amor al Atlético de Madrid. Esto es “una pincelada de memorias porque tengo muchos años de trabajo. Llevo 73 años trabajando”, "desde que nací", explicaba entonces el hombre que logró convertir un plato humilde, como los huevos rotos, en toda una pieza de alta cocina.