Más de dos meses en la isla de Honduras, alejada de los suyos y protagonizando algunas de las polémicas más sonadas del concurso. Así está viviendo Ana María Aldón su primera gran experiencia en televisión, a la que accedió a participar con ganas de demostrar quién es. La vida de la diseñadora de moda cambió cuando conoció a José Ortega Cano, viudo de Rocío Jurado. A pesar de las miradas iniciales por su diferencia de edad, el amor triunfó entre los dos. Casados y con un hijo en común, su aventura en el reality es una prueba más en su relación. Ana María comenzó su concurso pasando desapercibida, callada y aprendiendo hasta ir soltándose poco a poco. Se destapó como una mujer divertida, folklórica, con muchas ganas de cantar y pasárselo bien con sus compañeros. Pero pronto demostró que tenía carácter suficiente para discutir si hacía falta. Su experiencia en Supervivientes no se podría entender sin tres compañeros que han sido claves en su trayectoria: Antonio Pavón, Rocío Flores y Yiya.
Antonio Pavón, una polémica amistad
Su forma de ver las cosas pronto le acercó a Antonio Pavón, un torero malagueño que triunfó en Perú. Con fama de galán, se le había relacionado antes del concurso con Miriam Saavedra o incluso Isa Pantoja. Pronto congeniaron, pero su amistad fue puesta en tela de juicio. Los platós de televisión señalaban ese acercamiento como una técnica del diestro para tener protagonismo. Miradas cómplices entre ambos reavivaron el fuego de la polémica. Por si fuera poco, en la cuarta semana ya estaban juntos en la playa de los desvalidos, donde su amistad fue en aumento. Los seguidores del formato incluso comenzaron a comparala con una persona cercana, Rosa Benito. La ex de Amador Mohedano ganó su edición de Supervivientes, pero acabó por ser el inicio del fin de su matrimonio.
La lesión de Antonio Pavón acabó por terminar esta relación, que los dos han defendido que se trata sencillamente de una bonita amistad. "Ana María es una persona excelente, muy justa, que no se va a inclinar a un sitio u otro. Ella no tiene por qué pelearse porque yo siempre la he tratado como un caballero", dijo el torero a las pocas horas de abandonar el concurso por decisión médica. José Ortega Cano contribuyó a normalizar la situación con una llamada a Sálvame, donde le concedió a su mujer toda su confianza: "Yo soy una persona que está tranquila y sé que para nada me va a traicionar. Me quiere y yo a ella, me ha dado un hijo y estamos felices".
Ana María y Rocío, el dúo de aliadas que jamás se cumplió
Nada más conocerse quiénes serían los participantes de Supervivientes una alianza parecía clara: Ana María Aldón y Rocío Flores. Aunque la sangre no las toca, ambas forman parte de la misma familia. La diseñadora de moda está casada con el que fuera marido de Rocío Jurado, abuela de su compañera de concurso. La frialdad entre las dos se notó a los pocos días de comenzar la aventura. Mientras que la más joven lamentaba este distanciamiento, Aldón insistía en que ella quería vivir su concurso sola. Pero todo saltó por los aires por los conflictos que ha mantenido Rocío tanto con Antonio Pavón como con Yiya, su gran enemiga dentro del concurso.
Fuera de Honduras, la propia Gloria Camila, defensora de plató de Ana María, no lograba entender el porqué de las acciones de la concursante: "Ella lo está dando todo y está pecando de perseverante. Se ha olvidado de que Rocío es un apoyo para ella". Antonio David Flores, máximo apoyo de su hija Rocío, prefirió no criticarla mucho, concediendo una segunda y tercera oportunidad. Hubo dos reconciliaciones entre ellas. "Si no he estado a la altura en todos los momentos que me hubiera gustado que me hubiera pedido ayuda. Que no he querido meterme en su concurso ni cobrar un protagonismo que no me pertenezca. Que la quiero mucho", llegó a decir Ana María llorando desconsoladamente. Ambas se fundieron en un abrazo, al igual que harían semanas después en la reunificación, pero nada arreglaría el vacío entre ellas.
Yiya, protagonista de su desencuentro
En dos ocasiones, Yiya ha faltado el respeto a Rocío Flores con graves insultos. La concursante, que desde el principio chocó con ella, ha llegado a referirse de manera despectiva al físico de la joven. Esto provocó una crisis en ella, que se planteó abandonar. Siempre ha tenido el apoyo incondicional de José Antonio Avilés, pero no el de Ana María Aldón. La mujer de José Ortega Cano permaneció callada, sin defender a Rocío de los duros ataques de su enemiga. En las cinco semanas que convivió con Yiya forjó una profunda amistad, a la que ha sido fiel ajena a las duras críticas del exterior por parte de su propia familia.
"El límite lo he tocado. Me he llevado muchas decepciones. Ya me ha quedado claro que cada uno es como es y que cada uno viene a hacer su concurso. Ya lo he aprendido", dijo, muy emocionada, Rocío Flores sobre la traición, antes de añadir que "me ha costado pero lo he aprendido. No quiero saber nada más de Ana María, ni de la otra, ni nada. Voy a hacer mi concurso, a intentar pescar y al resto que les den". Una contundente ruptura dentro de la isla que ni si quiera ha impedido disputas con Yiya, ya que Aldón ha chocado con dureza con ella en los últimos días. Ha encontrado apoyo en Nyno Vargas, con el que ha recuperado la cercanía que tuvieron los primeros días.
Protagonista a pesar de todo
Con polémicas a su espalda y con críticas desde su propio entorno, nadie puede dudar de que Ana María Aldón es una de las mayores protagonistas que Supervivientes 2020 ha tenido. Tan solo ha estado nominada una vez, aunque le bastó para que la audiencia castigara su comportamiento con Rocío Flores. Dentro de los desvalidos fue una de las intocables, recibiendo buenas palabras por parte de sus compañeros en la mayoría de casos, y resistiendo en cada una de las votaciones clave para la expulsión final.
Desde la reunificación, Ana María no ha vuelto a ser nominada. Es de las pocas concursantes capaces de sostener la convivencia pero a la vez provocar tramas en los Cayos Cochinos. Fue el propio Ortega Cano quien confesó que su mujer no tenía dudas en entrar a Supervivientes. "Los que tenemos una edad, queremos que todos vayan a nuestro compás, ella es más joven y entiendo que tuviera esa actitud. A mí con 20 años menos me hubiera encantado haber ido", dijo el torero, confirmando que poco a poco se dio cuenta de que era una buena idea. El tiempo ha confirmado que Ana María Aldón es un personaje clave en el concurso, aunque sea andando sobre un camino de piedras.