Iker Casillas: 'Hace 11 meses y 14 días que no puedo dedicarme a lo que más me gusta'

La vida de Iker Casillas dio un giro de 180 grados el pasado 1 de mayo. Aquel día, el deportista sintió un fuerte golpe en el pecho que le dejó tirado sobre el césped y apenas podía respirar. Inmediatamante fue trasladado al Hospital CUF de Oporto, aquejado de un ataque al corazón. El portero tenía obstruida la arteria coronaria derecha y fue intervenido de urgencia para practicarle un cateterismo cardíaco y colocarle un stent. Tras recibir el alta hospitalaria, el guardameta, visiblemente emocionado, declaró: "Es difícil hablar, pero tengo que estar agradecido porque he tenido mucha suerte". En ese momento, Casillas aseguró que su futuro profesional era incierto, pero que lo importante era "estar aquí".

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Desde entonces, el de Móstoles no ha podido dedicarse a su gran pasión, el fútbol, y ayer, con motivo del Día Internacional del Portero, publicó la siguiente reflexión sobre su carrera deportiva. "Esta foto me la mandaron hace tiempo. Me gustó mucho. Me gustó porque refleja la realidad que a veces no se ve. Uno mismo puede llegar a olvidarse del camino recorrido cuando llegas a cumplir tus sueños. Ya desde pequeño aprendes a sentirte solo y responsable. Con frío o calor. Con lluvia o sol. Hoy es nuestro día. Hace 11 meses y 14 días que no puedo dedicarme a lo que más me ha gustado desde pequeñito, ser portero", escribió.

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Sus palabras emocionaron a todos sus seguidores. "A veces tu sensibilidad me hace querer abrazarte y decirte, que buen corazón tienes, chaval", le ha comentado un amigo. "Gracias a ti soy portero", le ha dicho otro. "Muchos porteros son capaces de soportar esa soledad y ese frío, por querer llegar a ser la mitad de lo que fuiste tú. ¡Gracias leyenda!", ha añadido otro.

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Afortunadamente, Casillas se ha recuperado favorablemente del infarto, aunque no ha vuelto a jugar, de ahí que decidiera presentar su candidatura a la presidencia de la Federación Española de Fútbol (RFEF). De momento, el portero se encuentra confinado en su casa de Oporto con Sara Carbonero y sus dos hijos, Martín y Lucas. La periodista, por su parte, también se encuentra mucho mejor tras ser operada de un tumor maligno en el ovario y recibir el tratamiento de quimioterapia correspondiente. Ahora, el deseo del matrimonio es volver cuanto antes a la normalidad. Mientras se cumple, llenan sus redes sociales de mensaje positivos como este: "Cuando termine todo esto -porque terminará- quieroque el mundo se llene
de primeras veces. Otra vez".