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No ha sido una jornada sencilla para Mila Ximénez. La colaboradora de Sálvame permanece en casa confinada por culpa del coronavirus, aunque sigue presente en el programa a través de videollamadas. Este martes, además, gran parte del espacio televisivo ha girado en torno a ella, puesto que ha sido juzgada por el resto de los colaboradores a través de una tabla de adjetivos. Cuando ha entrado en directo, se podía apreciar que no era su mejor momento. Kiko Hernández, íntimo amigo suyo, ha roto una lanza a favor nada más verla: "Mila yo te quiero, eres la persona más importante para mí dentro del programa y todos deberían saber que no eres el personaje que te has montado". Unas palabras que la han emocionado, tras lo que ha reconocido que estaba "flojita". "Llevo semanas así. He visto a Kiko y me he derrumbado. Me estoy metiendo en un bucle de tristeza del que no logro salir. Además tengo un dolor tremendo por el herpes. No está siendo fácil", decía, rompiendo a llorar en directo.
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Mila Ximénez no está consiguiendo que la rutina le devuelva la alegría. Alejada de sus amigos, la colaboradora vive sola en Madrid. Su hija, Alba, vive en Holanda junto a sus nietos, a los que ve mediante videollamada. "Nos llamamos y hablamos de vez en cuando. Cada vez estoy más bajita y me estoy metiendo en este bucle de tristeza", decía la ex de GH VIP, sin poder evitar echarse las manos a la boca por ese "alien" que le provoca un terrible dolor en dientes y encías, en referencia a su hérpes.
Kiko Hernández ha sido su principal defensor este día, eliminando cualquier tipo de mal adjetivo que otros compañeros sí consideran de ella. "Es la persona menos elitista que conozco. Clasista tampoco es, porque se junta con toda la chusma: conmigo, con Anabel, con Suso... Nadie es perfecto hasta que lo quieres", sentenciaba, para alegría de Mila. Jorge Javier Vázquez o Kiko Matamoros también han tenido palabras de afecto para su compañera.
Su bucle está llegando a niveles serios, sintiendo sobre todo miedo. "No tengo narices (a salir de casa), tengo miedo, no por mí, sino porque si me pasa algo y mi hija está fuera y mis hermanos. No lo estoy pasando nada bien", decía con lágrimas en los ojos. En ese momento, de nuevo Kiko le ha echado un capote: "Antes me decíais que no salgo nunca, que no me tomo nada con los compañeros. A partir de ahora es que lo voy a hacer todo, porque en un ¡chás! te lo quitan y esto lo estamos aprendiendo con este virus", ha dicho Hernández, prometiendo muchas más quedadas con su querida amiga cuando todo esto acabe.