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jesusmosquera gtres© Gtresonline

Jesús Mosquera: 'Mis compañeros y yo alucinamos con el éxito de 'Toy Boy', hasta en Malasia'

El actor, que protagoniza la serie, habla de su amistad con María Pedraza, su pudor en algunas escenas y su pasado como futbolista


Actualizado 11 de abril de 2020 - 19:11 CEST

Aunque Toy Boy se estrenó en septiembre del año pasado en Antena 3, es ahora cuando la serie está arrasando en Netflix. Y no sólo en España. De hecho, durante el confinamiento, la ficción se está convirtiendo en un fenómeno internacional, similar al de La Casa de Papel o Élite, algo que ha pillado totalmente por sorpresa a Jesús Mosquera, su protagonista. Así lo confiesa el propio malagueño a HOLA.com, antes de hablar de su amistad con la actriz María Pedraza, de su pudor a la hora de rodar escenas subidas de tono y de su pasado como futbolista.

Jesus Mosquera y María Pedraza© Gtresonline
Jesus Mosquera y María Pedraza, compañeros y amigos

¿Cómo estás pasando la cuarentena?

Supongo que como todos. Intento llevarlo con una actitud positiva porque es una situación complicada.

Supongo que esta situación te vendrá bien para descansar un poco de tu frenética agenda y reordenar tu vida. ¿Estás aprovechando hacer cosas pendientes?

Pues sí. Por desgracia, ha tenido que ocurrir esto para que pueda retomar la lectura de libros, que lo había dejado de lado, y volver a escribir. Ahora estoy haciendo un diario de lo que estoy viviendo, para que no quede en el olvido.

¿Piensas publicarlo?

No, es para mí y, a lo mejor, mis futuras generaciones –se ríe–, para contarles lo que estamos viviendo ahora.

¿Dónde estás viviendo el confinamiento?

En Madrid, donde vivo. Cuando empezó todo, pensé en regresar a Málaga, que es donde nací y tengo mi familia, pero no era lo más responsable, porque había tenido contacto con muchas personas. Entonces, decidí quedarme en Madrid y pasar la cuarentena en solitario.

Menos mal que el éxito de ‘Toy Boy’ te ayudará a animarte. ¿En qué momento te diste cuenta de que la serie estaba dando el petardazo en Netflix?

Ha sido muy rápido, en cuestión de días. Sabíamos que Netflix era un escaparate mundial, pero no me esperaba la magnitud. Ahora, a través de las redes sociales, me llegan mensajes de agradecimiento de gente por hacerle la cuarentena más amena. Me escriben para decirme que les gusta mi personaje y están ansiosos por una nueva temporada. Poco a poco, vas viendo que la bola va creciendo y te das cuenta de que esto van en serio.

¿Qué es lo más surrealista de todo?

Me escriben muchísimos mensajes e intento contestar a todos, pero llegan cosas muy fuertes de todas partes del mundo. Me han llegado de escribir de Malasia para decirme que están viendo la serie enviando vídeos. Mis compañeros y yo alucinamos con la magnitud.

¿Qué te dice tu entorno?

Mi familia y amigos han vivido este proyecto de mi mano. Empecé hace dos años y medio con los castings y el 15 de mayo del año pasado terminamos de grabar la serie. Ha sido un proceso muy largo y, en cuestión de una semana, ha pegado el petardazo mundial. Ahora, asimilándolo poco a poco.

¿Por qué está enganchando tanto la serie?

Porque es una serie novedosa y que ha arriesgado con el tema de los strippers. También pone a la mujer en el poder de tomar decisiones y es la que domina. Eso le da una fuerza increíble a la serie. También hay una mezcla de grandísimos actores y gente con poca experiencia, como es mi caso, pero con mucha ilusión y con ganas de aprender de los más grandes, como Cristina Castaño, María Pedraza, Pedro Casablanc, Adelfa Calvo, Luisa Matilla… Todos son maravillosos.

Jesus Mosquera y otros actores sujetan a María Pedraza© Gtresonline
Jesus Mosquera y otros compañeros de reparto sujetan a María Pedraza

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Este segundo recorrido de Toy Boy ayudará a quitarse el mal sabor de boca que dejó la serie tras emitirse en Antena 3. Entonces, recibisteis críticas poco amables y audiencias tibias. ¿Qué aprendes de pasar a un extremo a otro?

La conclusión que saco es que el público es soberano. Mi trabajo depende del público. Sin él, no podría actuar. Sí es cierto que las críticas fueron muy duras y a nadie le gusta que pisoteen tu trabajo, pero lo intentamos llevar a un lado constructivo. Las críticas también ayudan a mejorar y conseguir nuevos objetivos.

¿Te afectaban las críticas de entonces?

Sí. Fueron dos años de trabajo muy intenso y dedicamos muchísimas horas, tanto yo como mis compañeros. Me duelen más las críticas a un compañero, que se ha dejado la piel en el proyecto, que las mías, que yo sé cómo manejarlas. Te pude gustar más o menos un trabajo, pero con lo que no estoy acuerdo es con hacer daño. Yo acepto todo tipo de críticas, pero hay a gente a la que se le ha faltado el respecto.

¿Y en tu caso?

Desde el primer día que entré en el proyecto, estaba acompañado de un equipo profesional que me ha ayudado en todo, me ha aconsejado y me ha advertido de lo que podía ocurrir. César Benítez, el productor, me dijo que apostar por mí iba a ser una apuesta peligrosa porque era un chico sin experiencia, una cara nueva… Iba a ser un punto fácil para las criticas, pero me dijo que, si no lo tuviera claro, no habría confiado en mí desde el principio. Me dio su confianza.

Ahora que estás en el lado opuesto, ¿cómo asumes el boom de popularidad?

Con normalidad. Igual que estás un día arriba, otro día puedes estar abajo. Por desgracia, esta profesión es así. Hay que estar preparado y estoy rodeado de gente que me aconseja muy bien. A lo largo de mi vida, también he vivido situaciones complicadas.

¿Por tu carrera deportiva?

Sí. He vivido la parte cruel del fútbol y estoy curado de espanto.

¿Qué te dice tu familia ahora del éxito de la serie?

No dan crédito de lo que está ocurriendo. La serie se grabó en Málaga, así que imagínate a mi madre, que iba a dar un paseo y se encontraba la calle cortada porque su hijo estaba grabando una serie. Para mis padres, es increíble. Tuve la oportunidades de llevarles un día al rodaje, para que vieran cómo se hacía todo, y no les cabía el corazón en el pecho. El viernes es el cumpleaños de mi madre y me va a doler no estar junto a ella, pero lo celebraremos a la distancia

Tu hermana vive en Londres. ¿Qué te transmita ella desde en el extranjero?

Sus compañeros de trabajo y de piso, al igual que la gente que conoce, están viendo la serie. Me hace ilusión que mi hermana se sienta orgullosa porque ella es un ejemplo para mí. Si he llegado a donde estoy es porque me ha ayudado mucho.

¿Tienes pareja?

No, no. Estoy soltero.

Supongo que ahora, que estás en una serie de éxito mundial, ligarás más en las redes.

No me gusta ligar por las redes sociales. Prefiero ligar a la vieja usanza y en persona –se ríe–.

La manera en la que llegaste a ‘Toy Boy’ da para una buen guión.

Sí, la verdad –se ríe–. Un amigo me dijo que iban a hacer un casting en el gimnasio en el que entrenábamos. Me presenté, aunque en el último momento me dio vergüenza. “Para qué me voy a presentar, si no me van a coger”, pensé. Entonces, la chica del casting estuvo preguntando al monitor por un chico que llevaba una camiseta amarilla y que no se había presentado. Justo me miré la camiseta y, cuando me di, la vuelta, me dijo que era yo. Entre bromas, me presenté y, después de varias fases, me dieron el papel.

Al interpretar a un stripper, te ha tocado desnudarte en muchas ocasiones. ¿Cómo lo has llevado?

Al principio, bastante mal, porque soy vergonzoso y tímido. Pero, por suerte, tuve nueve meses para prepararnos el personaje y también físicamente. Entrenábamos dos horas al día en el gimnasio y luego tres horas de baile.

¿Cinco horas?

Sí. Además de los entrenamientos y los ensayos muy duros, estuvimos con una dieta muy estricta durante los ocho meses de preparación y los nueve meses de rodaje. La verdad es que pasé un año y medio muy saturado de ejercicio físico y dietas. Cuando terminamos la serie, el verano me lo tomé más relajado, sin hacer dieta. Sí que entrenaba porque llevo desde los cuatro años haciendo deporte y me sienta bien.

Aun así, tuviste que realizar escenas bastante subidas de tono...

Siendo mi primer proyecto, tuve que hacer una escena de orgía al tercer día de rodaje. No fue nada fácil, pero he tenido unos compañeros magníficos y un equipo increíble. Todos me han hecho sentir lo más cómodo posible. Al final, nos echábamos unas risas y se quitaba el pudor y la vergüenza.

¿Cómo mantienes relación con tus compañeros? ¿Tenéis un grupo de WhatsApp los actores?

Sí. Tengo una relación increíble con todo el elenco y tenemos un grupo en el que hablamos y nos pasamos noticias. Nos mandamos memes de estábamos muertos y hemos revivido –se ríe–.

Con quien guardas una amistad muy especial es on María Pedraza, a la que consideras tu ángel de la guarda...

Tenemos una amistad muy bonita. Desde el primer día que nos conocimos para ensayar, me transmitió muy buena energía. Es de esas personas que quieres mantener en tu vida porque te aportan vitalidad. Como María tenía experiencia, me ayudó muchísimo y me dio muchísimos consejos muy potentes.

¿Seguís viéndoos en Madrid?

Sí, quedamos y comemos, pero no sólo con ella, sino también con todo el grupo. Hice mucha piña con los chicos, porque estuvimos muchos meses entrenando, pero también tengo mucha amistad con María, Cristina, Juanjo…

¿Qué tienes en común con tu personaje?

El sentido de la amistad, que es muy importante. También la persistencia y la cabezonería, que también soy muy perfeccionista. Además, mi personaje pasa por muchas desgracias y, aunque no he sufrido ni la mitad, también sé lo que es pasarlo mal.

¿A qué te refieres?

Con dieciséis años, me fui a Bilbao a jugar al fútbol y dejé a mi familia y todos mis amigos en Málaga. Cambié de vida por perseguir un sueño y vi que ese sueño se alejaba. No fueron años fáciles, la verdad. Pasé momentos malos, aunque también tengo recuerdos buenos.

Llegarías a llorar, ¿verdad?

Me acuerdo que el viaje en coche a Bilbao duró como catorce o quince horas y me pasé todo el viaje llorando en la parte de atrás, intentando no hacer ruido para que mis padres no se enteraran. En realidad, era mi ilusión, pero era complicado dejar a mis amigos, mi colegio, mi familia, mi madre… Pasé malos momentos, pero, gracias a ellos, soy quien soy ahora.

Durante tu época de futbolista en el Málaga, Betis o Athletic de Bilbao, ¿coincidiste con alguien que haya conseguido despuntar?

Con muchos, en cada equipo. Por ejemplo, en el Málaga, con Samu Castillejo –actual delantero del Milán–, Samuel García, Sergi Darder –que juega en el Español–, Fabrice Olinda… Después, en el Athletic, con Kepa [Arrizabalaga], que es portero del Chelsea; y con Laporte –jugador del Manchester–… Estamos hablando de gente que trabaja en la Premier League y en la Champions. En el Betis están ahora Loren [Morón[, Juanmi, aunque también coincidí con Junior y Dani Ceballos. Tuve suerte de compartir equipo con gente que está jugando en la élite profesional.

Antes de meterte en la interpretación, tenías muy claro que lo tuyo era el deporte.

Cuando terminé el Bachillerato, empecé la carrera de Economía, pero la dejé al año porque era complicado compaginarlo con el fútbol y también porque quería algo relacionado con el deporte. Hice un grado superior de Deporte en Málaga.

Por último ¿tienes pensado qué será lo primero que hagas cuando se levante el confinamiento?

Si se puede, ir a Málaga y estar con mi familia. Echo de menos abrazar a mis amigos, a mi familia. El poder tener una charla o un café en una terraza. Ver un amanecer o una puesta de sol.