El festival de Eurovisión se ha cancelado y no será hasta el próximo 2021 cuando veremos a Blas Cantó en el escenario representando a nuestro país. El artista está decidido a encontrar un nuevo tema (Universo ya no podrá concurrir) y defenderlo en Europa, que volverá a brillar a través de sus artistas tras este obligado paréntesis. El artista murciano asumió el reto que le propuso TVE, que le escogió de manera directa para viajar a Rotterdam, dejando así este año la elección en manos de un comité de expertos y sin contar con la votación del público, que sí había intervenido en años anteriores en la designación. Trayectoria y carisma fueron determinantes para su elección, pues Blas ya se había hecho un nombre en la música española antes de esta aventura.
Nació en 1991 en Ricote, un pequeño pueblo a unos 40 kilómetros de Murcia, y desde niño demostró su amor por la canción. “Mi madre me cuenta muchas cosas de mis intervenciones familiares. Me comenta, por ejemplo, que cuando todavía no caminaba, yo me movía con el andador e iba derecho hacia el aparato de radio y me quedaba escuchando detenidamente lo que sonaba. Nací así. Creo que la frase que más a menudo escuché cuando era niño es: ‘Chiqui, canta algo’” ha contado -palabras incluidas en una biografía que se puede encontrar en su página oficial-. Con apenas cuatro años, empezó a recibir clases de música y aprendió a tocar el piano y la trompeta en el Conservatorio de Murcia. “Tocar un instrumento con las manos no me hacía feliz aunque fuera contento al conservatorio porque la música ya era mi pasión”.
Con ocho años su madre le propuso su primera aventura como testigo directo de su talento: presentarse a los premios Veo Veo, concurso de Teresa Rabal. Lo ganó en la región de Murcia en el año 2000 y en 2002 volvió a participar, quedando en primera posición a nivel nacional. La estrella comenzaba su ascenso. Se fijó en él el tenor murciano Ginés Torrano Soler, del que empezó a recibir clases de canto. En 2004 quedó finalista para participar en el concurso Eurojunior, por detrás de María Isabel que fue quien viajó al certamen con Antes muerta que sencilla.
Leer más:
El nuevo proyecto de Blas Cantó en mitad de su camino a Eurovisión
El arrollador éxito de Auryn
La siguiente parada de su voz fue Madrid, donde en 2010 se le presentó la oportunidad de formar parte de la boyband Auryn, junto a Álvaro Gango, Carlos Marco, David Lafuente y Daniel Fernández Delgado, un auténtico fenómeno fan que arrasó y supuso una valiosa enseñanza. Con ellos siguió engrosando además su palmarés con varios premios como Los40Music y dos MTV Europe Music Awards (2013). “De aquella etapa lo saco todo positivo. Yo me descubrí con Auryn, donde descubrí lo que era cantar en equipo, cantar en inglés… Yo, que en principio era muy baladista, descubrí lo que era cantar con ritmo, un tempo, descubrí mi voz, me entrené. Nunca había imaginado estar en un grupo ni tomar tantas decisiones en equipo. Entonces, también aprendí a ser más dócil dialogando”.
El final del grupo, después de 7 años y cuatro álbumes, se debió, señala Blas, al agotamiento. “Auryn se rompió por exceso de trabajo, por estrés, por agotamiento y cansancio. Ya no estábamos a gusto. Se puede decir que el fin de Auryn fue culpa del éxito de Auryn”. Entonces el cantante inició una andadura en solitario cuya primera parada fue el programa Tu cara me suena, en el que se metió en la piel de otras voces. “De cada personaje descubrí cosas y también descubrí que tenía muchas cosas de cada uno de los ellos”. Gracias a su capacidad camaleónica ganó la edición y logró llamar la atención además de una de las estrellas a las que tuvo que imitar: Anastacia, que le envió un mensaje de sorpresa y un aplauso desde el otro lado del océano.
Su andadura en solitario
El mismo año, 2017, lanzó In your bed, su primer single en solitario que fue todo un éxito y al que seguiría Drunk and irresponsible. Su siguiente tema, ya en español, Él no soy yo alcanzó el disco de oro y de platino, con más de 51 millones de reproducciones del videoclip. Su primer álbum llega a finales de 2018, Complicado, que se coló, contradiciendo su título, en las listas de los más vendidos solo una semana después de su estreno. La siguiente parada de una carrera que solo deja de escalar peldaños es Eurovisión. Aunque habrá que esperar un año todavía para verle en el escenario, fiel a su compromiso con el certamen participará en la cita virtual que ha propuesto la organización en este mes de mayo. Una conquista más para esta voz a la que, seguro, esperan aún muchos triunfos.