Esta semana parte del protagonismo de Supervivientes se lo han llevado Hugo Sierra y Ferre. Al igual que José Antonio Avilés y Fani, los concursantes han tenido que intercambiar sus playas al ser los otros dos nominados de la semana. Sin embargo, las reacciones han sido totalmente diferentes. El ex de Adara Molinero quedaba disgustado al conocer que Cayo Paloma sería su hogar durante unos días. De hecho, no ha tardado en confesar que la otra playa estaba "mejor". Las dificultades de la nueva localización ha hecho que se sincere con sus compañeros explicando cómo son las condiciones en playa Cabeza de León. "Hay para pescar. Hay leña, incluso hicimos fuego", se desahogaba disgustado. Una nueva situación a la que tiene que hacer frente y demostrar el superviviente que lleva dentro, pues puede convertirse en el próximo expulsado de Supervivientes 2020.
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"Me esperaba otra cosa. Me gustaba más cuando estaba con los siervos, la verdad", explicaba mirando a cámara. "Aquí no hay troncos, ni palmeras ni nada", decía después durante una conversación a Nyno Vargas. Hugo Sierra no está pasando su mejor momento, nuevos cambios, hacer frente a una posible expulsión y estar separado de su pareja, Ivana Icardi. Una relación que está a prueba de bombas y que cada día se encarga de demostrar que van en serio, tanto dentro del programa como cuando termine el concurso. Prueba de ello es la complicidad que tienen ambos concursantes y las promesas que han hecho, como la de que Hugo se haga un tatuaje cuando lleguen a España.
Por otro lado, Ferre ha tenido una opinión diferente a la de el ganador de Gran Hermano Revolution. Cuando los siervos llegaron a su destino, Yiya no dudó en hacer gala de su particular sinceridad y dijo que era capaz de perder una prueba solo para quedarse en esa localización. El exparticipante de Super Shore lo tiene claro y ha mostrado su entusiasmo al ver que en Cabeza de León hay leña y otro tipo de recursos que facilitan la permanencia en el reality. Lo único que le preocupa es salir expulsado este jueves, ya que se enfrenta a dos pesos pesados del concurso, Hugo Sierra y José Antonio Avilés.
Hugo Sierra no está viviendo el concurso que hubiera imaginado. En varias ocasiones ha mostrado su descontento a no ser el vencedor de las pruebas de recompensa por algún error suyo o de sus propios compañeros. Si bien comenzó el concurso proclamándose 'Dios', después le ha sido algo complicado mantener ese título que le daría más fuerzas para seguir concursando de otra manera. Ahora debe enfrentarse a la gala de esta noche, no sin olvidar que de ser salvado por la audiencia puede ser nuevamente nominado.