En menos de 5 años Ana de Armas se ha convertido en una de las estrellas más brillantes del firmamento hollywodiense, y lo ha hecho película a película, en un recorrido intachable en el que ha conseguido rodearse de estrellas que no solo le han dado los mejores consejos y el mejor apoyo, sino que han servido como las mejores recomendaciones para los cineastas. Empezó su nueva vida en 2014, después de mudarse a Los Ángeles sin hablar inglés pero con un sueño bien claro. Ya había triunfado en España con series como El Internado, donde consiguió su primer papel solo una semana después de establecerse, y ella tiene ese je ne sais quoi que hace que todo el mundo quiera fijar los ojos en ella. Va más allá de su espectacular belleza, sus ojos verdes y de su tierna sonrisa, son su talento y su habilidad para captar la atención los que consiguieron, tal y como ha contado en una entrevista con Nexos Magazine, que los directores y guionistas llegaran a adaptar papeles para ella. Así de buenas eran sus audiciones.
"Mis experiencias al crecer en Cuba y al moverme y ser como una ciudadana del mundo y al adaptarme y ser flexible, me da muchas herramientas y una visión y un enfoque diferente hacia un personaje", ha explicado la hispanocubana en esta entrevista en la que hemos podido ver su lado más humilde la mismo tiempo que demuestra una vez más el material del que está hecha. Su faceta como latina podría haber sido un obstáculo para ella, en el Hollywood cerrado que mantiene ciertas costumbras anticuadas, pero lo cierto es que ha llegado en un momento en el que parte del camino ya lo han caminado intérpretes como Sofia Vergara, Eva Longoria o Salma Hayek. Ahora no es tan raro ver personajes latinos en las producciones estadounidenses, aunque sí que es más complicado no verlos estereotipados.
Algo que no es para nada habitual es que los grandes estudios se decidan a cambiar un papel para adaptarlo a una actriz latina. De hecho, suele hacerse al revés y esto acarrea problemas con el público, como ocurrió con Scarlett Johanson para películas como Ghost in the shell, en donde se cogió a una actriz blanca, rubia y de ojos azules para dar vida a un personaje asiático. "Para War Dogs o Knock Knock o Blade Runner... las escenas fueron escritas para los americanos. Cuando hice la audición, cambiaron de opinión e hicieron que el guión funcionara para mí", comenta Ana.
Con este abrumador encanto y talento ha conseguido no solo que la llamen de un casting a otro, sino que sus compañeros de reparto, como Keanu Reeves o Daniel Craig la recomienden de una película a la siguiente. Así pasó de Knock Knock a Exposed y de Puñales por la espalda a 007: Sin tiempo para morir. Sin duda, su gran éxito (por el momento) fue la protagonizada por Craig, donde compartía escenas con un reparto coral de lujo donde todo el mundo era mundialmente conocido por un motivo u otro. Y sin embargo, todo el mundo estuvo de acuerdo en que la interpretación de Ana es de las mejores de la película. Tanto es así que fue nominada a un Globo de Oro por su papel de Marta, que ella considera "un regalo increíble". Al fin y al cabo se trata de una inmigrante latina que se enfrenta a los desafíos más increíbles, pero que consigue salir adelante con una intuición y bondad que ciega a los demás.
Actualmente Ana es la tercera actriz más popular en la web especializada de IMDb, una muestra más de que todo el mundo quiere saber un poco más sobre esta actriz. Y es que, a diferencia de otras tantas intérpretes que comienzan en Hollywood, esta cubana de 32 años tiene varios proyectos de gran calibre a la espera de estreno: Sin tiempo para morir, que ha tenido que ser retrasada por el cierre de los cines; Deep Water (en donde comparte protagonismo con Ben Affleck, con el que se le relaciona desde hace semanas) y Blonde, donde interpreta a Marilyn Monroe, se estrenarán este año si el coronavirus lo permite.
Las imágenes más románticas de Ana de Armas y Ben Affleck