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Estaba casado desde hace 40 años con Myriam Lapique

Alfonso Cortina, el hombre de empresa que dedicó sus últimos años a elaborar vino

El que fuera presidente de Repsol puso en marcha, tras jubilarse, una bodega en los Montes de Toledo, donde pasaba largas temporadas con su mujer Myriam Lapique


Actualizado 6 de abril de 2020 - 19:48 CEST

Alfonso Cortina pasaba la cuarentena en su finca de Retuerta del Bullaque, en Ciudad Real, cuando desgraciadamente cayó enfermo. Después de varios días ingresado en un hospital de Toledo, el que fuera presidente de la petrolera Repsol ha perdido la vida a causa del coronavirus, que mantiene en alerta a todo el mundo. Este rincón manchego es donde en los últimos años, desde que se jubiló, desarrollaba y disfrutaba de su pasión por el vino junto a su mujer Myriam Lapique. En este recinto de 1.500 hectáreas nació su marca Pago de Vallegarcía, que obtuvo la Denominación de Origen, muestra de su calidad, y en la que volcó la experiencia empresarial que le convirtió en uno de los nombres más conocidos del tejido empresarial español.

Alfonso Cortina y su mujer Miriam Lapique© Gtresonline
Animado por su amigo, Carlos Falcó, el empresario puso en marcha en los últimos años su propia bodega, creando la marca Pago de Vallegarcía

Nacido en Madrid el 13 de marzo de 1944, Alfonso Cortina Alcocer fue nieto de Alberto Cortina Ribacoba, que fue alcalde de Madrid, e hijo del ministro de Exteriores en el Gobierno de Arias Navarro, Pedro Cortina Mauri. Se casó con Myriam Lapique, hija de Manuel Lapique Quiñones, que fue abogado y empresario, distinguido con la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica, y de Caritina Fernández de Liencres y Liniers, en octubre de 1979. En la ceremonia, celebrada en la parroquia de Nuestra Señora de la Encarnación, en Marbella (Málaga), ejercieron de testigos Alfonso de Borbón y Carmen Franco Polo, entre otros. Desde entonces han estado juntos, llevando una vida discreta y formando parte de los círculos sociales más selectos, los mismos en los que se integran reconocidos empresarios como Fernando Fernández Tapias o los conocidos como los Albertos, Alberto Alcócer, su primo, y Alberto Cortina, su hermano (estuvieron casados con Esther y Alicia Koplowitz).

Junto a Myriam, hermana de Cari Lapique, se le ha podido ver en ocasiones en algunas citas públicas como los estrenos de ópera en el Teatro Real o la cena con la que el premio Nóbel Mario Vargas Llosa celebró su 80 cumpleaños. Se les pudo ver además a principios de este mismo año asistiendo a la capilla ardiente de la infanta doña Pilar, para mostrar sus condolencias a la familia. El matrimonio tuvo dos hijos, Felipe, de 37 años, y Carlos, de 35, que también se licenciaron en empresa, concretamente en Business Administration en CUNEF (Colegio Universitario de Estudios Financieros). De su círculo de amigos forman parte nombres conocidos de la alta sociedad como Alonso Aznar y Álvaro Falcó.

Alfonso Cortina y su mujer Miriam Lapique© Gtresonline
El matrimonio, que llevaba casado 40 años, tenía una vida muy discreta centrada en su bodega y con contadas apariciones en el Teatro Real cuando había estreno de ópera

Tras licenciarse en Ingeniería Industrial y Económicas, Alfonso Cortina inició su trayectoria en el Banco de Bilbao. En 1984 continuó en el grupo Construcciones y Contratas, donde se ocupó de la gestión de Portland Valderrivas como vicepresidente, consejero delegado y, desde 1990, presidente. En 1996 fue nombrado presidente de Repsol, donde permaneció hasta 2004. Entre 2004 y 2006 presidió la inmobiliaria Colonial y, en 2007, fue nombrado representante de la firma de capital riesgo Texas Pacific Group (TPG). Tras abandonar la vida empresarial decidió poner en marcha su bodega, animado por Carlos Falcó que desgraciadamente también falleció a causa del coronavirus hace solo dos semanas.