El cantautor español Luis Eduardo Aute ha fallecido a los 76 años de edad, según ha confirmado a Radio Televisión Española su representante. Fue todo un icono de la canción de autor, que también destacó en otros disciplinas artísticas como la pintura la escultura, la literatura y el cine. Sus temas más emblemáticos como Al Alba o Rosas en el mar han formado parte de la banda sonora de toda una generación.
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El artista, de origen filipino, tenía un delicado estado de salud desde que en 2016 sufrió un infarto después de un concierto en Huelva que le llevo a estar dos meses en coma. Tras una dura recuperación, Aute se retiraba de los escenarios, aunque el mundo de la música seguía teniendo muy presente su legado. Dos años más tarde, sus compañeros de profesión le brindaron en 2018 un cálido homenaje en el antiguo Palacio de los Deportes de Madrid, un concierto multitudinario bajo el nombre 'Ánimo, animal' en el que participaron Silvio Rodríguez, Joaquín Sabina, Joan Manuel Serrat, Ana Belén, Massiel, Víctor Manuel, Dani Martín, Jorge Drexler, Pedro Guerra, José Mercé, Rozalén, Andrés Suárez, Miguel Poveda, Ismael Serrano, Luis Pastor, Marwan, Vicente Feliú, Rosa León, Cristina Narea y Suburbano.
Aute nació en Manila en 1943. Hijo de un catalán y una filipina, pronto mostró una clara inclinación hacia las artes, con predilección por la pintura y después, el cine. En su primer viaje a España, a los 8 años, cantó por primera vez en público, perfilando sus múltiples facetas hasta modular a este Da Vinci moderno que dejó pocas disciplinas artísticas sin tocar. A pesar de su carácter polifacético que le llevó a ser escritor, guionista, pintor, escultor y cineasta, fue la música la que le consagró como un auténtico referente generacional.
Tras un periplo por Francia y Brasil, donde entró en contacto con grandes referentes como Jacques Brel o Bob Dylan, regresó a España a mediados de la década de los 60. Fue entonces cuando conoció a Massiel, que llevó al éxito algunas de sus composiciones como Rosas en el mar y Hasta mañana, hasta que, por insistencia de la discográfica, comenzó a interpretar sus temas. Era el comienzo de una prolífica carrera como cantautor, con 19 discos de estudio publicados, que acabó por convertirlo en símbolo de un género musical.