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aldon pavon© Mediaset

Ana María Aldón y Antonio Pavón, desconcertados ante un nuevo 'expediente X' en Honduras

La misteriosa desaparición de varias herramientas de pesca en Playa Desvalida no ha impedido que la mujer de José Ortega Cano ni el torero disfrutasen del almuerzo


Actualizado 31 de marzo de 2020 - 15:35 CEST

Cuando parecía que Ana María Aldón había descubierto su habilidad para la pesca y se había convertido en toda una profesional, un nuevo suceso 'sobrenatural' se ha producido en Supervivientes, concretamente en Playa Desvalida, dejando a sus habitantes sumidos en el más profundo desconcierto. Esta vez fueron la diseñadora y su inseparable amigo, Antonio Pavón, quienes se dieron cuenta de qué algo extraño había sucedido con sus herramientas de pesca. Aprovechando la calma de las aguas hondureñas, la mujer de José Ortega Cano y el torero peruano decidieron ir en busca de peces. Sin embargo, al ir a coger sus respectivas cañas, se dieron cuenta de que estas no estaban en el mismo lugar que las habían dejado el día anterior. Ninguno de sus compañeros parecía saber qué había ocurrido con los utensilios y lo calificaron como otro 'Expediente X' más en la isla.

Antonio Pavón y Ana María Aldón© Mediaset
Ana María Aldón y Antonio Pavón se dieron cuenta de qué algo extraño había sucedido con sus herramientas de pesca. Aprovechando la calma de las aguas hondureñas, la mujer de José Ortega Cano y el torero peruano decidieron ir en busca de peces. Sin embargo, al ir a coger sus respectivas cañas, se dieron cuenta de que estas no estaban en el mismo lugar que las habían dejado el día anterior

"Esta noche han desaparecido mi caña con el sedal grande, tres plomadas juntas y un anzuelo grande. Los peces que yo estaba pescando, ya no los voy a poder pescar", se quejó Ana María Aldón en los totales refiriéndose a su gran racha pescando, ya que hace escasas semanas pasaba a engrosar la lista de los supervivientes que habían conseguido esta hazaña. Ante la negativa de sus compañeros, que no sabían quién habría podido coger el anzuelo y la caña de la andaluza, y al ver que podían quedarse sin almuerzo, Hugo Sierra hizo gala de su compañerismo y decidió prestarle el suyo a Ana María. Ya equipados debidamente, Antonio Pavón y su compañera salieron al mar en busca de peces.

Ana María Aldón© Mediaset
Ana María Aldón no se rindió y, armada de paciencia, continuó atenta hasta conseguir pescar un pez. Sin embargo, a pesar de haber conseguido el magnífico ejemplar, minutos después, la diseñadora se percataba de que un pez se había llevado el anzuelo y la plomada de la caña que Antonio Pavón le había prestado

Al ver que su compañera no tenía su misma suerte atrapando peces, Antonio Pavón decidió prestarle su caña. Mientras que Yiya fue la primera en desistir y abandonar la pesca, Ana María Aldón no se rindió y, armada de paciencia, continuó atenta hasta conseguir su objetivo. Minutos después, los gritos de la concursante confirmaban que su buena racha pescando peces no había acabado, y presa de la emoción y la alegría, la pareja de Ortega Cano alzaba orgullosa el botín ganándose los aplausos de sus compañeros. Sin embargo, a pesar de haber conseguido el magnífico ejemplar, minutos después cuando se decidía a pescar el siguiente, se percataba de que un pez se había llevado el anzuelo y la plomada de la caña que Antonio le había prestado. "No me lo puedo creer. Se ha llevado el anzuelo y la plomada. Antonio me va a matar", exclamó angustiada Ana María.

Ana María Aldón y Antonio Pavón© Mediaset
Al llegar a la orilla, Ana María Aldón quiso explicarle a su compañero lo que había ocurrido con el supuesto 'tiburón' que se había llevado la caña y el anzuelo que el torero le había dejado

Ya en la orilla, la superviviente le explicó a Antonio lo que había ocurrido: "Los peces los tengo. Pero ha venido un tiburón o no sé qué era y me ha arrancado tu caña junto con el anzuelo. Menos mal que tu caña flota y la he podido recuperar". Al ver el disgusto de su compañera, el torero quiso saber si se encontraba bien, o por lo contrario, le había mordido el supuesto 'tiburón' que según la diseñadora la había atacado. A pesar del 'misterio sin resolver' de las cañas, Ana María y Antonio pudieron disfrutar del suculento banquete que habían conseguido, gracias a la destreza del robinson y la persistencia de la diseñadora. Sin duda, ni el ataque del misterioso animal ni la desaparición de los utensilios pudo empañar la alegría de ambos supervivientes de haber pescado y la satisfacción por tener alimento.

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