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Durante estos días de aislamiento en casa estamos teniendo mucho tiempo para pensar, para replantearnos algunas cosas, para hacer balance y para valorar lo que teníamos antes de que este virus pusiera patas arriba toda nuestra vida. Sara Carbonero ha querido compartir una de esas reflexiones y lo ha hecho contando una historia muy bonita que ha vivido esta semana. La periodista ha recordado una tarde que pasó "con dos buenas amigas, contándonos cómo había ido el día, desahogándonos cada una con sus problemas cotidianos, riéndonos (mucho) por cosas absurdas y planificando una cena para el día siguiente a base de recetas saludables".
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"No era una mañana especial o eso creía yo. Nos despedimos como todos los días, cada una subió a su coche (...) y se fue al cole a por los niños". "Esta tarde una de estas amigas me ha escrito un mensaje para decirme que tenía un regalo para mi, que me lo dejaba en el portal. Con guantes y mascarilla he bajado a buscarlo, ella ya estaba en el coche. Apenas nos hemos despedido con la mano y una sonrisa de 'ya queda menos'. He cerrado la puerta y ahí en la escalera, un ramo de camelias recién cortado de su jardín para acercarme un poquito la primavera y de paso recordarme que hace unos días que llegó", cuenta la periodista asegurando que: "No sé si os pasa también a vosotros pero yo últimamente no sé en qué día vivo".
- El deseo de Sara Carbonero para cuando acabe el confinamiento
"Mientras colocaba el jarrón he sentido una profunda sensación de añoranza, de algo que yo consideraba cotidiano, 'normal' y corriente: tres amigas, un café, nuestro rincón, un sillón amarillo bastante incómodo, música de fondo y una terapia de risas que cambiaba por completo mis días. Y entonces he caído en que lo que yo pensaba que era rutina, en realidad era vivir", concluye Sara, que ha publicado este mensaje junto a una foto en la que aparece bebiendo una carioca de limón, "la última que me tomé fuera de casa antes del confinamiento". "Hoy he encontrado esta foto que no tendría nada de interesante si no fuera por este motivo y porque al verla no he podido evitar pensar que si hubiera sabido lo que nos esperaba seguramente la habría saboreado de otra manera", reconoce.
La periodista, que está pasando el confinamiento en casa junto a Iker Casillas y sus dos hijos, Martín y Lucas, no pierde la esperanza en estos momentos tan complicados que estamos viviendo y, por eso, intenta compartir con sus seguidores mensajes llenos de optimismo. Hace tan solo unos días publicó esta preciosa imagen en la playa, asegurando que: "Esto también pasará". "Nos pensábamos que ciertas cosas eran lo 'normal'. Ahora sabemos que lo 'normal' son el cuidado, la compasión y la esperanza", escribió.
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